Tal día como hoy 27 de marzo de 1915,
la inmigrante irlandesa Mary Mallon, es puesta en cuarentena de por
vida.
Mary Mallon contagió de fiebre
tifoidea al menos a medio centenar de personas, de las cuales tres murieron, y hasta años después que se
descubrió que ella era el elemento común entre los numerosos casos
de contagio que desconcertaban a familias, autoridades y médicos en
aquella época.
Una vez que se detectó, que llevaba la bacteria infecciosa en su organismo, se convirtió en el
primer portador asintomático identificado de la enfermedad, que
también es conocida como "fiebre entérica".
Mary Mallon era una inmigrante
irlandesa, que llegó a Estados Unidos en 1883, siendo
adolescente, para trabajar como cocinera y trabajadora doméstica.
Trabajó inicialmente en las ciudades de Nueva York y Long Island,
donde se produjeron los primeros contagios y que hasta ese momento
nadie los asociaba con ella.
En 1907 ya eran 30 casos sin
explicación alguna en la zona cuando se comenzó a rastrear las
cadenas de transmisión de la enfermedad en búsqueda de la causa
original. Hasta ese momento, funcionarios de salud habían atribuido
el insólito brote a diferentes factores como el agua o la comida.
Otro aspecto que alimentaba el
desconcierto era que la fiebre tifoidea se presentaba por lo general
entre las casas de familias, que podían darse el lujo de tener una
cocinera, como lo era Mary Mallon.
Por aquel entonces, la ciencia ya había
realizado avances respecto a los fenómenos epidémicos y
se habían desarrollado vacunas, pero sin embargo, la medicina
estadounidense no conocía caso alguno de un portador asintomático
para la fiebre tifoidea.
Por ello se barajaron diferentes
hipótesis, antes de que se estableciera que el origen del brote podía
ser una persona, capaz de estar años transmitiendo la bacteria de la
enfermedad sin presentar ni un síntoma febril y, además, sin
saberlo.
George Soper fue el médico del
Departamento de Salud de Nueva York que comenzó a sospechar de Mary,
tras la aparición de nuevos casos en una casa de Manhattan en 1907.
El médico detectó que la mujer trabajó con aquella familia y luego
logró establecer que los anteriores brotes, se dieron en domicilios
donde ella también había trabajado.
Una vez Soper pudo practicar un examen
a Mallon, detectó en sus desechos la presencia de la bacteria
Salmonella que transmite la fiebre tifoidea. aunque solo se pudieron
realizar los análisis tras la intervención de funcionarios del
Departamento de Salud y la policía.
Después de pasar semanas en un cuarto
aislado en un hospital, se determinó que sería llevada a un centro
médico en una pequeña isla, para que comenzara su periodo de
cuarentena y durante tres años de 1907 a 1010, vivió en una cabaña
donde le llegaban alimentos, para que ella pudiera cocinarlos y
comerlos sola.
Mallon, nunca reconoció culpa alguna
por los contagios, e intentó recuperar su libertad durante sus tres
años de aislamiento, hasta que finalmente logró su objetivo a
principios de 1910, con la condición de nunca volver a trabajar como
cocinera, ni manejar los alimentos de nadie.
Sin embargo, durante cinco años y con
dos diferentes nombres, Mary Mallon trabajó en diferentes lugares
como cocinera y era solo cuestión de tiempo, que un nuevo brote
de contagiados apareciera, lo cual sucedió en un hospital, donde
súbitamente 20 internados desarrollaron cuadros de fiebre alta.
Nuevamente fue el doctor Soper, quién
estableció que la mujer era el origen del brote, ya que pese a que
en los archivos del centro médico aparecía un nombre y una firma
diferente, el médico reconoció el tipo de letra de Mallon.
En 1915, empezaron otros 23 años de
cuarentena, que solo concluirían con la muerte de la portadora, ya
que en 1932, Mary Mallon sufrió un accidente cerebrovascular y murió
seis años después, sin haber abandonado la cuarentena.
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