Tal día como hoy 7 de marzo de 1939,
en el marco de la Guerra Civil Española, se produce el hundimiento
por parte de las defensas costeras de Cartagena, del buque mercante,
utilizado como transporte de tropas Castillo de Olite, convirtiéndose
en el hundimiento de un solo buque con más víctimas mortales de la
historia de España, con 1477 fallecidos.
La muerte de estos 1.477 jóvenes marinos, ha
quedado perdida en la memoria. Eran los tripulantes del “Castillo
de Olite” que fue hundido por los disparos de una batería de costa
republicana en aguas de Cartagena cuando creían haber ganado la
guerra, cantaban la victoria y soñaban con casarse con sus novias.
Las últimas horas de sus vidas
transcurrieron alegres, entre cánticos y música de gaita, pues
muchos eran gallegos que deseaban llegar a tierra para regresar
cuanto antes a sus casas, celebrar el fin de la guerra con sus
familias y comenzar una nueva vida.
El Castillo de Olite, era el buque de
transporte de tropas más lento y menos equipado de la “Expedición
Cartagena”, operación naval enviada para apoyar el alzamiento
militar que se estaba desarrollando en el último bastión marítimo
republicano.
El general de Infantería de Marina que
dirigía esta sublevación, solicitó ayuda por radio a Franco y
sabiendo que el almirante de la flota republicana podría interceptar
estas comunicaciones y ordenar el regreso de sus buques a la ciudad,
transmitió a Franco la engañosa impresión de que tenía la
situación bajo control,
Con mucha precipitación, el 6 de marzo
treinta buques ponen rumbo a Cartagena donde supuestamente todo
estaba controlado y la guerra estaba a punto de finalizar. Durante la
travesía, el “Castillo de Olite” se va quedando sólo y sin
comunicaciones a bordo, con una sensación de victoria ya que
Cartagena estaba prácticamente rendida.
La situación en Cartagena da un giro y
se informa a los buques que “los republicanos vuelven a tomar el
control de las baterías de costa”. Todos pudieron reaccionar a
tiempo, excepto el “Castillo de Olite” que, sin comunicaciones,
continuó ingenuo la navegación.
El 7 de marzo de 1939 la historia del
“Castillo de Olite” se convirtió en tragedia. El barco llegó al
puerto de Cartagena, con sus 2.100 soldados y sus cánticos
alcanzaron los oídos de los republicanos de las baterías de costa.
Comenzaron los disparos y uno alcanzó el almacén de munición del
buque. El “Castillo de Olite” reventó y en dos minutos se hundió
bajo el Mediterráneo.
Murieron 1477 soldados, la mayoría se
ahogó en el interior del barco, otros al no saber nadar o por haber
perdido alguna extremidad durante la explosión. Los pocos que
pudieron nadar para llegar a tierra sufrieron más disparos hasta que
los milicianos cesaron el ataque. Los supervivientes fueron recogidos
y trasladados al hospital universitario o hechos prisioneros.
La propaganda franquista obvió este
suceso y durante toda la dictadura se evitó hacer alusión a estos
hechos. Ya, en la transición, en aras a la concordia
nacional, no fue el momento para el recuerdo y menos en la actualidad
con la Ley de la Memoria Histórica.
Por unas u otras causas, la historia, no ha encontrado nunca lugar,
para estos jóvenes soldados, que solo deseaban acabar la guerra y volver a sus casas, pero se encontraron con una muerte, tan estúpida como inutil.
Hoy día, el hecho constituye uno de los episodios menos conocidos, de la Guerra Civil Española.
Hoy día, el hecho constituye uno de los episodios menos conocidos, de la Guerra Civil Española.
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