Tal día como hoy 17 de marzo de 1970,
en Washington, el Ejército de Estados Unidos procesa judicialmente a
14 oficiales por haber ocultado información acerca de la matanza de
My Lai, en la que decenas de soldados estadounidenses violaron y
torturaron hasta la muerte a centenares de civiles, principalmente
mujeres y niños.
Eran tiempos de guerra en Vietnam. En
el centro del país, provincia de Quang Nai, los habitantes de la
aldea My Lai empezaban a vivir el amanecer de aquel 16 de marzo de
1968, cuando los soldados estadounidenses de la Compañía Charlie
aparecieron.
Una supuesta información errónea
llevó a las tropas de EE.UU. al lugar en busca de integrantes del
Frente Nacional de Liberación de Vietnam. La sorpresa fue que sólo
se encontraron con civiles sin armas y aún así continuaron con el
operativo.
No hubo cobertura de prensa de la
masacre hasta que el editor Seymour Hersh, finalmente emitió la
noticia el 13 de noviembre de 1969. Los efectivos descargaron su odio
contra la población. La orden del teniente Willian Calley, que
comandaba la misión, fue que no quedase ni un sólo vietnamita vivo.
Las mujeres y niñas de la aldea fueron violadas.
Después de dispararles los tiraron a
unos pozos y les lanzaron granadas. Estrategia que también usaron en
las chozas, a donde metieron a la fuerza a los lugareños, para
después convertirlas en ceniza. Desde el cielo la ofensiva arreciaba
y frenaba la intención de quienes buscaban escapar del horror. Los
helicópteros lanzaron lluvias de balas sin discriminación.
En total se dice que murieron 504
personas, entre ellas 182 mujeres, 17 de ellas embarazadas, y 173
niños. Hubo un momento en el que los soldados reunieron a un
centenar de mujeres, ancianos, niños y bebés en un canal y los
fueron matando uno a uno, para ahorrar municiones.
Ese canal todavía se conserva en el
Museo de May Lai que se mantiene abierto desde 2003 en honor a las
víctimas y del cual es director Phan Thanh Cong, quien tenía 11
años cuando ocurrió el suceso y logró sobrevivir porque fue dado
por muerto. Igual que Phan Thi Tuan, de 77 años, que tenía 30 años
en aquel entonces.
Ella detalló que fueron cuatro horas
de horror en las que los soldados dispararon a todo el mundo y el
humo y los estruendos de los disparos sembraron el pánico en la
población.
Por la masacre sólo hubo un condenado:
el ex teniente William Calley, quien en 2009 pidió disculpas y
expresó su remordimiento por los hechos. Sin embargo, Calley no
cumplió su cadena perpetua porque estuvo bajo arresto domiciliario
tres años y después el presidente Richard Nixon le dio un indulto.
El militar estadounidense retirado
Larry Colburn, quien a los 18 años de edad se enfrentó con sus
compañeros de armas para intentar impedir la masacre de My Lai,
falleció el 17 de diciembre de 2016 a los 67 años de edad como
consecuencia de un cáncer de hígado.
Colburn era el último superviviente de
la tripulación de un helicóptero que se interpuso entre los
residentes y los soldados estadounidenses que estuvieron en My Lai.
Su acto de heroísmo fue recompensado con la Estrella de Bronce, un
reconocimiento que paradójicamente se reserva a soldados que han
demostrado su valor ante el fuego enemigo.
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