Tal día como hoy, 23 marzo de 2006 el
parlamento francés aprueba una ley que aumenta la edad a la que una
mujer puede contraer matrimonio de 15 a 18 años. La ley anterior
estableció la edad mínima para que las mujeres se casen a los 15
años y los hombres a los 18 años, y se introdujo en 1804.
La nueva legislación pone a Francia en
línea con la mayoría de los otros miembros de la Unión Europea.
Los castigos por violación y asalto de un cónyuge ahora incluirán
parejas y ex parejas, y también se han aumentado las sentencias por
asesinato.
El Senado francés aprobó por
unanimidad una enmienda que iguala la edad mínima legal de hombres y
mujeres para poder casarse y la propuesta, contó con el respaldo de
todos los grupos políticos y del Gobierno, para combatir las uniones
forzadas, sobre todo de inmigrantes.
Se calcula que unos 1.200 menores se
casan al año en Francia, a los que hay que sumar otros 70.000
enlaces que se realizan en el país de origen de los padres de la
menor o del novio. Con el mismo fin, el Gobierno planeó tipificar
como delito la obligación al matrimonio.
Esta diferencia de requisitos para el
casamiento era un vestigio del Código Civil napoleónico, promulgado
en 1804, que establece que los varones pueden casarse
desde los 18 años y las mujeres desde los 15 años. La propuesta de
equiparar la edad para los dos sexos quiere acabar con una
discriminación que viola "el principio republicano de
igualdad".
Pero, sobre todo, se trataba de combatir
los matrimonios forzados, que, según la ONU, son "una forma de
esclavitud moderna". También el ministro de Justicia, subrayó
que este cambio en la legislación "permitirá profundizar en la
lucha contra los matrimonios forzados".
Varios asociaciones de defensa de los
menores y de los derechos de la mujer habían exigido que se
tipificara como delito "la obligación del matrimonio civil,
religioso o tradicional", para facilitar la persecución penal
de quienes obligan a las niñas a casarse.
La mayoría de estas uniones entre
jóvenes de entre 14 y 18 años suelen tener lugar entre hijos de
inmigrantes que residen desde hace décadas en Francia. Pero esta
cifra podría ser mucho mayor, ya que no incluye el número de
adolescentes enviadas por sus padres a sus países de origen, para ser
casadas sin su consentimiento y que luego vuelven a Francia.
En Francia se calcula que unas 70.000 adolescentes son obligadas al
año a contraer matrimonio en el país natal de los padres o del
novio. Costumbre habitual en zonas del África subsahariana, del
Magreb y de Turquía, los inmigrantes deciden perpetuar esta
tradición, a pesar de que éstas se hayan criado en Francia y tengan
nacionalidad francesa.
Actualmente en España, la edad legal para casarse
se establece en los 18 años, al igual que el derecho al voto. Sin
embargo, hay dos excepciones: los menores emancipados pueden contraer
matrimonio a partir de los 16 años y, si un juez de primera
instancia concede una dispensa, podrán hacerlo desde los 14.
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