domingo, 19 de mayo de 2024

El saqueo y masacre de la ciudad de Magdeburgo

Tal día como hoy, 20 de mayo de 1631 en Alemania ―en el marco de la guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes― se produce el saqueo de Magdeburgo, en que los soldados católicos, bajo el mando del Conde de Tillý, asesinan al 80 % de los ciudadanos de la ciudad, unos 20 000 hombres, mujeres y niños luteranos).

El saqueo de Magdeburgo, fue el sitio, al posterior saqueo y la matanza de los habitantes, en gran parte protestante, de la ciudad alemana de Magdeburgo, por las fuerzas del Sacro Imperio Romano Germánico y la Liga Católica, durante la Guerra de los Treinta Años. El sitio duró desde el mes de noviembre de 1630 hasta el 20 de mayo de 1631.

En el último día del asedio, los concejales de Magdeburgo estaban convencidos, de que era el momento de pedir la paz, pero el mensaje con su decisión no llegó a tiempo al conde de Tillý, que comandaba las fuerza atacantes.

El 20 de mayo de 1631 terminó el asedio, y el mariscal de campo imperial Gottfried von Pappenheim y el propio conde de Tillý, asaltaron Magdeburgo para hacerse con sus ricos depósitos de mercancías.

Las fortificaciones de la ciudad cedieron y las fuerzas imperiales, fueron capaces de doblegar la resistencia armada y abrir la puerta de Kröcken, lo que permitió a todo el ejército imperial entrar en la ciudad, que sufrió otro duro golpe cuando el coronel Dietrich von Falkenberg, un aristócrata y militar enviado por el rey Gustavo Adolfo para dirigir la defensa de Magdeburgo, fue muerto a tiros por las tropas imperiales.​ 

Cuando la ciudad estaba casi perdida, la guarnición minó varios lugares y prendió fuego en otros, mientras parte de la población ofrecía resistencia en las calles, usando cualquier cosa a la mano.

Después de la caída de la ciudad, los soldados imperiales y de la liga católica, fuera de control, comenzaron a masacrar a los habitantes de Magdeburgo y prendieron fuego a la ciudad. Los soldados invasores, no habían recibido la paga por su servicio y tuvieron la oportunidad de saquear, todo lo que estaba a la vista, exigiendo objetos de valor de todos los hogares que encontraron.

El físico Otto von Guericke, ciudadano de Magdeburgo, afirmó que cuando los civiles se quedaron sin cosas para dar a los soldados, "comenzaron realmente los actos miserables. Fue entonces cuando los soldados empezaron a golpear, asustar y amenazar con disparar, ensartar o colgar a las personas."​

Bastó un solo día, para que toda esta destrucción y muerte tuviese lugar. De los 30 000 habitantes de la ciudad, solo 5000 sobrevivieron. Durante catorce días, los soldados quemaron todos los cadáveres y los arrojaron al río Elba, para prevenir epidemias. 

Después de la capitulación de Magdeburgo a las fuerzas imperiales, hubo muchas disputas entre los residentes que habían favorecido, la resistencia contra el emperador y los que habían estado en contra de dicha actitud. El tratamiento imperial a la ciudad derrotada de Magdeburgo, ayudó a persuadir a muchos gobernantes cristianos evangélicos de territorios del Santo Imperio Romano Germánico, a oponerse al emperador Habsburgo.​

En el momento de la Paz de Westfalia, poniendo fin a la guerra en 1648, la población de la ciudad había decaído aún más, pues solo 450 personas seguían viviendo en ella.

La devastación fue tan grande, que "magdeburguizar" se convirtió en un término utilizado durante décadas, con el significado de destrucción total, violación y saqueo. Los términos "justicia de Magdeburgo" y "clemencia de Magdeburgo" también surgieron como resultado del saqueo, y eran empleados por los protestantes, en la ejecución de los católicos que pedían clemencia.

Los imperiales tuvieron que abandonar la ciudad, el 21 de enero de 1632, ante la llegada de las tropas suecas victoriosas, en la batalla de Breitenfeld de 1631.


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