sábado, 30 de enero de 2016

Cuando un juez entra en la cárcel como condenado.

Tal día como hoy 30 de enero de 1999, el ex juez Luis Pascual Estevill, es condenado a siete años de cárcel por fraude fiscal.

Pascual Estevill, era un antiguo abogado y juez español, separado de la carrera judicial y condenado por sentencia firme por su implicación en casos de corrupción.

Hijo de familia campesina, accedió a estudios superiores tras haber atravesado una infancia y adolescencia difíciles, pues había sido pastor de cabras y a los 19 años todavía leía con bastante dificultad, no obstante lo cual, se licenció en Derecho con 33 años.

En su primera etapa, intentó dedicarse a la política y en 1971, casi al final de la dictadura, quiso ser procurador en Cortes y tras la llegada de la democracia, lo volvió a intentar de nuevo en 1982, como senador por el CDS, pero en ambas ocasiones fracasó.

Simultáneamente, se dedicó al ejercicio profesional en derecho mercantil, realizando asesoramiento a empresas, actividad que le permitió conocer el mundo de los negocios y su funcionamiento.

En 1994 y por el llamado “cuarto turno”, reservado a "juristas de reconocido prestigio" accedió a la carrera judicial, convirtiéndose en Juez, y como experto en Derecho Mercantil, intervino en procesos que tendrían amplia trascendencia pública, siendo en esa etapa, cuando llevó a cabo su  actividad delictiva, una de cuyas facetas consistió en ejercer la extorsión hacia los acusados, para la obtención de resoluciones favorables, lo cual le supuso pronto una posición económica cada vez más próspera, que contrastaba claramente con su remuneración como juez.

El modo de actuar de Estevill, consistía en utilizar la amenaza del ingreso en prisión a los acusados , si estos no atendían a sus demandas económicas, lo cual utilizó con suma frecuencia, careciendo absolutamente de escrúpulos, de manera que todos acababan cediendo a sus chantajes.

La desmedida potestad de que gozan los jueces para privar de libertad a las personas, era empleada por Estevill, obteniendo a cambio cuantiosos ingresos, ya que sus víctimas preferían pagar a verse inmersos en un escándalo, que pusiera en duda su honestidad, y sus negocios, así pues, para no ingresar en prisión, o salir de ella, los empresarios accedían a que el abogado Piqué Vidal los defendiera y a abonar diversas cantidades de dinero a este y al juez..

Pese a la práctica cada vez más frecuente de sus delitos, y a que el hecho era objeto de rumores muy extendidos en círculos jurídicos, lo cierto es que gozó de impunidad, de manera que se empezó a extender el temor de que la trama fuese aún mayor, ya que, pese a ser casi de dominio publico, nadie de los que debieran hacerlo, terminaba con la corrupción de aquel juez.

Antes al contrario, en 1994 fue nombrado Vocal del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta de Convergencia i Unió y solo solicitó la excedencia, cuando ya se habían presentado diversas querellas contra él por sus manejos.

En julio de 1996 fue juzgado y condenado a seis años de suspensión, y aunque el presidente Jordi Pujol rechazó haberlo apoyado, el asunto acabó con el cese del segundo del Gobierno catalán, Maciá Alavedra, imputado además, en otros casos de corrupción no relacionados con Estevill.

En 2005, se dictó sentencia contra Estevill y otros del llamado "clan de los mentirosos", considerándole culpable de cohecho, extorsión, prevaricación y detenciones ilegales, condenándole a nueve años de prisión, mientras Piqué Vidal, abogado de Jordi Pujol en el caso de Banca Catalana,  y cómplice de juez fue condenado a siete años de prisión.

Por desgracia en España hoy esto, es algo casi normal en muchos ámbitos.




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