jueves, 7 de enero de 2016

Origen de la canción legionaria “El novio de la muerte”

Tal día como hoy 7 de enero de 1921, muere el primer legionario de la Legión Extranjera española, hecho que inspiró el himno del legionario.

Los primeros legionarios cantaban canciones que provenían del Ejército como el “Himno de Infantería”, o “La Madelón” francesa, así como otras de los países de los extranjeros enrolados.

Pero muy pronto, contó con su primer himno y en 1921, aparece “La Canción del Legionario”, que  más tarde se convertirá en el Himno Oficial de la Legión, cercano al nuevo estilo de vida militar de este cuerpo, sobre como entender la vida y la muerte.

En el caso de “El Novio de la Muerte” la canción no tuvo origen militar, pues se trata de un cuplé compuesto, inicialmente, para el teatro y la revista y cuya letra y música se debe a dos personas civiles.

El 7 de enero de 1.921, en Beni Hassán - cerca de Tetuán- cuando el Tercio tenía pocos meses de existencia, murió a consecuencia de las heridas, después de luchar con su escuadra frente a los kabileños que los atacaron, el Cabo Baltasar Queija de la Vega, natural de Riotinto - Huelva - primer legionario que perdía la vida en un hecho de armas.

Al recoger su cadáver, en un bolsillo de su uniforme, encontraron unos versos llenos de emoción y sentimiento, en los que se decía que acababa de producirse la muerte de su novia y, al parecer, había confesado a sus compañeros al saberlo, que ojalá, una bala no tardase mucho en llegar a su corazón, para reunirse pronto con ella.

Pocas horas después, cuando realizaba la protección de unos caminos, su escuadra fue atacada y él moría, habiendo nacido de esta manera y con esta historia, “El novio de la muerte”.

El hecho, narrado por los legionarios, causó gran conmoción a una parte de la sociedad española y el letrista de cuplés Fidel Prado Duque, escribió unos versos sobre ello, entregándolos al músico de "varietés" Juan Costa Casals, para que les dotara de música.

En julio de 1921, la cupletista conocida como “Lola Montes” recibió la partitura del cuplé, que aún no había oído y tras interpretarlo, la canción emocionó a los oyentes y en especial a Lola, que decidió incorporarla a su repertorio, cantándola por primera vez en Málaga, en el teatro Vital Aza, con un éxito total.

A finales de Julio de 1921, Lola Montes pasó a Melilla con su compañía, en una desesperada situación militar  para la plaza,  registrando ante las tropas un éxito indescriptible, de forma que cuando terminó la canción, el auditorio, en pie, estuvo aplaudiendo enfervorecido un largo rato.

Entre los oyentes estaba José Millán Astray, fundador y jefe de La Legión y desde entonces, debido a la fuerza emocional de su letra, quedó incorporada al repertorio legionario, cambiando solo su paso para adaptarlo al ritmo de marcha.

La canción tuvo siempre la virtud de despertar la emoción en todos los públicos y se identificó con el credo legionario cuyo Espíritu de la muerte reza así: “El morir en el combate es el mayor honor; no se muere más que una vez; la muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde".

Canción legionaria "El novio de la muerte ": https://www.youtube.com/watch?v=HtRR3-xQWWQ

9 comentarios:

  1. Todos los momentos espeluznantes de la historia, son los que dejan huella. Quienes puedan oír cantar la Novia de la Muerte a los inigualables Legionarios y no se les humedezcan las mejillas, se puede decir que no sabe nada de lo que son sentimientos.

    ResponderEliminar
  2. La canción tenía de todo Mnuel: Romanticismo, amor, desprecio de la vida, búsqueda de la muerte ante el amor perdido para siempre...En resumen, era el cuplé perfecto del que Lola Montes se sintio prendada. Luego, cantado por ella impactó en los legionarios y ellos la sintieron como cosa propia, porque resumía su ideario. Lo cierto es que no le faltaba ningún ingrediente para que sucediera lo que sucedió y luego, la gente que la oyó, hizo el resto.

    ResponderEliminar
  3. Impresionan, sobre todo, cuando la Legión va con su Cristo de la Buena Muerte por las calles de Málaga, las voces roncas de ese canto legionario que ya no se sabe si es rezo, canto, plegaria, himno, confesión ... o todo a la vez.

    ResponderEliminar
  4. Justamente eso Pepe, es lo que hace la canción lo que es. En gran parte debido a que sus compositores no fueron militares, sino músicos civiles profesionales, dedicados a saber tocas "la fibra sensible" en sus canciones.

    ResponderEliminar
  5. La verdad es, cuando oímos la canción las emociones afloran, unos por otros motivos múltiples, pero si es verdad que como dices llega a todos los que la oyen.

    ResponderEliminar
  6. La verdad es, cuando oímos la canción las emociones afloran, unos por otros motivos múltiples, pero si es verdad que como dices llega a todos los que la oyen.

    ResponderEliminar
  7. Bien cierto es lo que dices, amigo, nadie queda insensible ante la letra y la música del himno. Hssta los que no les gusta lo militar les sucede.

    ResponderEliminar
  8. La pasada semana Santa tuve oportunidad, estando en Álora, de ver desfilar a la legión entonando esta canción y también a los "paracas" con "la muerte no es el final" ambos temas muy emotivos y estremecedores...
    Gracias por el artículo.

    ResponderEliminar
  9. Pues yo no entendí jamás porque cantaban ese himno, a partir de hoy la defenderé y explicaré, siendo así me parece muy loable.

    ResponderEliminar