jueves, 14 de enero de 2016

La decapitación de Vasco Núñez de Balboa

Tal día como hoy 14 de enero de 1519, el gobernador de Nicaragua, Pedrarias Dávila, ordena la decapitación de Vasco Núñez de Balboa.

Núñez de Balboa fue un descubridor de origen gallego y linaje incierto, nacido en  Jerez de los Caballeros - Badajoz - que en 1501 emprendió su primer viaje con la expedición de Rodrigo de Bastidas, a través de islas del Caribe, en la actual Colombia,  pero no tuvo suerte en ellas y se vio obligado a abandonar.

En 1509, huyendo de sus acreedores de Santo Domingo, se embarcó como polizón en otra expedición hacia "Nueva Andalucía", situada en la costa norte de Colombia y Venezuela y poco después de su llegada, adquirió popularidad entre sus compañeros gracias a su carisma y a su conocimiento de la tierra.

En 1510 se trasladó a Darién, al este del actual Panamá, donde Balboa fundó por su cuenta, el primer establecimiento permanente en tierras continentales americanas, “Santa María de la Antigua del Darién”, siendo elegido alcalde de la población.

Comunicó este hecho al gobernador de la costa Atlántica de Panamá, Diego de Nicuesa, al que invitó a establecerse como gobernador, pero éste consideró el gesto como una intromisión en su territorio y envió una misión de castigo contra Balboa, en el que este último resultó vencedor, siendo Nicuesa abandonado a su suerte en un pequeño barco que se perdió en el mar.

Pese a todo, en 1511, Balboa obtuvo el cargo de gobernador y con el propósito de descubrir el mar del que hablaban los indígenas, se internó en el continente y el 25 de septiembre de 1513 culminó una de las mayores hazañas de la conquista de América, que fue el descubrimiento del “Mar del Sur”, nombre que dieron  al océano Pacífico.

En 1513 Pedrarias Dávila, miembro de la aristocracia de Segovia de origen judeoconverso, fue nombrado nuevo gobernador y capitán general de estos territorios y tras su llegada, y entre otras acciones, lo acusó de conspirar contra la Corona y de la muerte de Nicuesa, siendo Balboa juzgado, condenado a muerte y ejecutado en Acla.

Pedrarias no solo ejecutó a  Balboa, sino que  pensando que su subordinado, Francisco Fernández de Córdoba – fundador de la ciudad de León -, le había traicionado, envió naves para su captura, acabando también con la decapitación de Hernández y luego mandó colocar su cabeza - clavada en una estaca - expuesta durante días a la población de León, para por ultimo ser situada en una de las calles más concurridas de la ciudad, a manera de farol, con una vela encendida dentro del cráneo para alumbrar a los transeúntes.

Pero el juicio de la Historia es inexorable: Cinco años más tarde, murió Predrarias, que sería sepultado junto a su víctima, en la iglesia de la Merced de la ciudad de León, siendo descubiertos sus restos el año 2000 y, mientras los de Hernández de Córdoba fueron honrados con 21 cañonazos por el ejército nicaraguense y enterrados en el lugar de honor, los de Dávila fueron sepultados a los pies del anterior, sin ceremonia alguna.

Lejano fue el castigo, aunque en este mundo - de una u otra manera - todo se acaba siempre pagando.





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