Tal día como hoy 16 de enero de 1605, se ultima en Madrid la impresión de la primera parte de “El Ingenioso Hidalgo Don Quixote de La Mancha.”
Esta primera parte se confeccionó en la imprenta de Juan de la Cuesta, a finales de 1604 y salió a la venta en enero de 1605 con numerosas erratas, por lo que se reimprimió de nuevo en el mismo taller, de forma que hay dos ediciones del mismo año con algunas diferencias.
En el número 87 de la calle Atocha de Madrid hay una placa que reza: “Aquí estuvo la imprenta donde se hizo en 1604 la edición príncipe de la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha compuesta por Miguel de Cervantes Saavedra, publicada el mayo de 1605”.
La novela de Cervantes, es una de las obras más destacadas de la literatura española y universal, siendo la primera que desmitificó las novelas caballerescas, por el tratamiento burlesco que se le dio a la historia, pudiendo clasificarse también como la primera novela moderna, ejerciendo un enorme influjo en la narrativa europea posterior.
Su argumento, ridiculiza la figura de un labrador - Alonso Quijano - hidalgo pobre, que leyendo libros de caballerías enloquece, creyéndose héroe de romances y caballero medieval, abandonando a su mujer y echándose a los caminos, acompañado de un labriego cachazudo y pragmático al que seduce con su locura, llamado Sancho Panza.
A ambos le suceden todo tipo de divertidas aventuras en las que Don Quijote, impulsado por la bondad y el idealismo, busca “desfacer agravios” y ayudar a los desvalidos, sintiendo un platónico amor por “Dulcinea del Toboso”, que es, en realidad, la moza labradora - “de muy buen ver” - Aldonza Lorenzo.
La primera parte, fue traducida a todas las lenguas cultas de Europa, pero supuso escaso beneficio económico para Cervantes debido a las “ediciones piratas”, ya que sólo reservó derechos de impresión en Castilla, por lo que los reinos vecinos lo imprimieron más barato y lo vendieron luego en Castilla.
En 1614, salió una segunda parte de un tal Alonso Fernández de Avellaneda, en cuyo prólogo se ofendía a Cervantes tachándole de envidioso, creyéndose se trató de Jerónimo de Pasamonte, un militar agraviado en la primera parte de la novela, donde aparece como el galeote “Ginés de Pasamonte”, y aunque la obra no es mala, no es comparable con la que después escribió Cervantes.
Al final del segundo libro, Don Quijote, vuelve a la cordura y muere entre la compasión y las lágrimas de todos, dándose la paradoja de que mientras él va perdiendo sus ideales, influido por Sancho Panza, este en cambio va asimilando los de su señor, con su idea de llegar a ser “gobernador de una ínsula”.
En 2002, el Norwegian Book Club, con las votaciones de 100 grandes escritores de 54 nacionalidades, realizó una lista de las mejores obras literarias de la historia, apareciendo Don Quijote, en cabeza de la lista como "el mejor trabajo literario jamás escrito".
Es el libro más editado y traducido de la Historia, sólo superado por La Biblia, que tiene cuentos aún más divertidos e increíbles, que los del Quijote.
Pues a pesar de todo lo que cuentas - resumidísimo, porque no hay más remedio - son contados los españoles que lo hayan leído íntegro.
ResponderEliminarEs verdad lo que decís, El Quijote y la Biblia deben de estar en todas las casas, lastima que no estén en la mesita de noche o junto a tu sillón o butaca.
ResponderEliminarEl país que más libros impresionan y que menos lee -se va corrigiendo la tendencia- pero más se habla.