Tal día como hoy 11 de enero de 1942 Juan González León, de Lucena - Córdoba - es asesinado en la cámara de gas por los nazis en Gusen, con otros cientos de españoles.
Juan en 1931 era Presidente de la Sociedad de Obreros Municipales, afecta a la UGT y el 18 de julio de 1936, cuando la localidad fue tomada por los franquistas, huyó hacia la zona republicana junto a su mujer y sus cinco hijos, alistándose en el ejército y combatiendo en el frente de Madrid, hasta que tras la caída de Barcelona, en enero de 1939, cruzó los Pirineos.
El trato dado por Francia a los republicanos españoles fue indigno, siendo recluidos en campos de concentración, como Argelès-sur-Mer, situados en playas a la intemperie sin lugar donde poder cobijarse y rodeados de alambradas, bajo la severa vigilancia de guardias senegaleses.
El hambre, la falta de higiene y el hacinamiento, ayudaron a que muchos refugiados regresaran a España y a los que se quedaron, ante la proximidad de la Guerra Mundial, el gobierno francés les ofreció alistarse en unidades mandadas por oficiales franceses y entre ellos lo hizo Juan.
En mayo de 1940, el ejército alemán hundió la defensa francesa y miles de exiliados republicanos cayeron prisioneros, siendo encerrados en campos situados en Alemania, pero diferenciados de los prisioneros de guerra franceses, denominándoseles “rotspanien” - rojos españoles– y custodiados por tropas de las SS, fueron conducidos luego a campos de concentración.
El gobierno de Franco, no realizó ninguna gestión para que a los españoles se les diera el status de prisioneros de guerra, lo cual casi equivalía a una muerte segura y, en agosto de 1940, empezaron a ser enviados al campo de exterminio de Mauthausen, donde se les colocaba un triángulo azul que los distinguía como apátridas, con una S de “spanier”.
Al parecer – aunque no existen cifras totalmente fiables - en Mauthausen se asesinaron a mas de 4.000 españoles, unos en este lugar y otros en el campo anejo de Gusen, situado a 5 kilómetros.
Juan González León llegó a Mauthausen en enero de 1941, junto a otros españoles, siendo enviado posteriormente a Gusen, donde murió en la cámara de gas, a principios de 1942, recibiendo su mujer la noticia en 1946, acabada ya la guerra, a través del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Sesenta años después, el Gobierno francés reconoció la participación de los republicanos españoles durante la II Guerra Mundial, mediante un decreto donde se establecían indemnizaciones para los huérfanos de los deportados, a los campos de exterminio nazi, con lo cual – aunque tarde - Francia admitía en cierto modo su culpabilidad en las deportaciones, asumiendo su responsabilidad moral y económica.
El enorme drama de la guerra supuso, fue que – en el otro bando – miles de españoles morían luchando al lado de los alemanes en la llamada “División Azul”, por lo que, en cierto modo, la fratricida Guerra Civil española, continuó viva durante la II Guerra Mundial.
¡Qué triste destino tuvieron algunos españoles de aquella época!
ResponderEliminarFueron años malditos, pues hasta los mal llamados "vencedores", sufrieron las consecuencias de su vistoria. En las guerras no gana nadie, solo hay unos que pierden mas que otros...
ResponderEliminarEn la Guerras, los que suelen ganar siempre, tanto ganen o pierdan son: los que las dirigen y los que pierden, los que se combaten el los frentes, defendiendo a los que las dirigen.
ResponderEliminarSin duda Manuel que los que combaten, son los que pierden siempre, pero las guerras son tan terribles, que creo que ni los que las dirigen ganan. La razón de la sinrazón, no puede implicar nunca ganancia. Me resisto a pensar que, alguno de los que dirigen, carezca de sentimientos y siendo así, ese alguno, también pierde...
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