Llegue hasta ti,
como el ciclón tras la estación de calma,
igual que una tormenta de verano,
que lo trastorna todo en poco tiempo.
Estoy en ti,
como la hiedra que vive en el muro,
igual que esta la piel y esta la carne,
que de tanto juntarse se confunden.
Estaré en ti,
como estará el recuerdo de tu infancia,
igual que queda marca de una herida,
formado parte de tu esencia misma.
Y siempre ya,
aunque no exista y solo sea recuerdo,
aunque se acabe el mundo que hoy tenemos,
por siempre y para siempre, estaré en ti.
J.M. Hidalgo
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