Tal día como hoy el 10 de septiembre de 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, en la costa de Noruega el submarino británico “Tritón” hunde a su compañero, el submarino “Oxley”, que se convierte así en la primera pérdida de la Royal Navy.
El Oxley había sido construido en Inglaterra en 1926 para la marina australiana, limitándose a patrullar en aguas de Nueva Gales del Sur, siendo retirado del servicio y pasado a la reserva en mayo de 1930.
No obstante, el submarino fue puesto otra vez en servicio y transferido a la Royal Navy, bajo pabellón británico y con su nueva denominación de “HMS Oxley”.
Tras estallar la Segunda Guerra Mundial, fue asignado al control de las costas de Noruega y el día 10 de septiembre de 1939, actuaba junto al Tritón, otro submarino británico.
El capitán del Tritón, divisó un submarino que en teoría no tenía que ser el Oxley, ya que era la zona que él tenia asignada. Pese a todo, pensando que podía tratarse de él, mandó hacer señales de identificación, pero no se recibió respuesta alguna desde el otro sumergible.
Pensando que se trataba de un buque enemigo se ordenó el ataque y el Tritón lanzó dos torpedos, impactando de pleno en el submarino que en pocos segundos se hundió.
El sumergible era en efecto el Oxley, que por un error de navegación se había introducido en el área asignada al Tritón.
Sólo hubo dos supervivientes - posteriormente recogidos - uno de ellos el capitán del Oxley, que pudo sobrevivir, porque se encontraba en el puente de mando intentando enviar una señal de respuesta que no llegó a tiempo.
Así, víctima del nerviosismo y del temor propios de una guerra, el HMS Oxley tuvo el triste privilegio de ser a la vez el primer submarino de la Marina Real británica hundido y el primero que la Marina Real hundía.
Fue como meterse un gol en propia puerta...
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