Tal al día como hoy 8 de mayo de 1794, en París, el químico francés Antoine Lavoisier - acusado de traidor - es detenido, condenado y guillotinado en el mismo día por los revolucionarios.
Antoine-Laurent de Lavoisier fue un químico, biólogo y economista francés, considerado el creador de la química moderna por sus estudios sobre la oxidación de los cuerpos, el fenómeno de la respiración animal, el análisis del aire, la ley de conservación de la masa y sus estudios sobre la fotosíntesis.
Fue uno de los protagonistas principales de la revolución científica que condujo a la consolidación de la química, por lo que es considerado el fundador de la química moderna.
Entre sus muchos descubrimientos, los que tuvieron más impacto fueron sus estudios de los procesos que se relacionaban con los intercambios gaseosos cuando los animales respiran y con estos experimentos pudo mostrar que la combustión de compuestos de carbono con oxígeno es la fuente real del calor animal y que el consumo de oxígeno se incrementa durante el trabajo físico.
Sus investigaciones le dieron un lugar en la historia como un pionero en la investigación, pero su muerte se presentó por una causa distinta a su genialidad, pues Lavoisier trabajó en cargos públicos entre los que destacó como recaudador de impuestos y contribuciones y debido a la revolución francesa y al caos reinante en ese periodo histórico, fue acusado de desvío de fondos
Dirigente de los campesinos, se encargó del cobro de contribuciones e invirtió en una sociedad financiera privada que prestaba dinero a la corona a cambio de recaudar para sí los impuestos, motivo por el cual fue arrestado en 1793 y aunque importantes personajes hicieron todo lo posible para salvarlo todo fue inútil.
Cuando se expusieron al tribunal todos los trabajos que había realizado, se dice que, el presidente de este pronunció la famosa frase: “La república no precisa ni científicos ni químicos, no se puede detener la acción de la justicia”.
Lavoisier fue guillotinado el 8 de mayo de 1794, cuando tenía 50 años y el químico y matemático Lagrange dijo al día siguiente: “Ha bastado un instante para cortarle la cabeza, pero Francia necesitará un siglo para que aparezca otra que se le pueda comparar”
Al año de la muerte de Lavoisier fue rehabilitado por el nuevo gobierno francés y en una nota dirigida a su viuda se leía: "A la viuda de Lavoisier, quien fue falsamente condenado".
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