Tal día como hoy el 16 de mayo de 1943, los nazis acaban con el Levantamiento del Gueto de Varsovia.
El levantamiento, fue una sublevación de los judíos de Varsovia, cuando las tropas alemanas comenzaron la segunda deportación masiva hacia los campos de concentración y exterminio durante la Segunda Guerra Mundial, y tuvo lugar entre el 19 de abril y el 16 de mayo de 1943.
Una vez que Alemania invadió Polonia, la población judía, unos 3 millones, comenzaron a ser reubicados en pequeños sectores de las ciudades polacas, denominados guetos, siendo el gueto de Varsovia, el más grande de todos, habitado por unos 380 000 judíos.
Al iniciarse la deportación hacia campos de concentración, los líderes judíos ordenaron no luchar, ya que creían que eran enviados a campos de trabajo, pero la ausencia de noticias de los deportados y los rumores entre los soldados alemanes convencieron a los judíos de la cruda realidad, y cuando escucharon que se avecinaban nuevas deportaciones, decidieron luchar.
El 18 de enero, las autoridades alemanas intentaron deportar a la población judía restante, pero las organizaciones judías clandestinas tomaron el control del gueto; instalaron puestos de vigilancia en cada esquina y todo judío acusado de haber colaborado con los alemanes fue ejecutado.
Cuatro días después, los alemanes se retiran del gueto y solicitaron refuerzos mientras los judíos empezaron a cavar búnkers y refugios antiaéreos, que se comunicaban unos con otros a través del alcantarillado y contaban con electricidad y agua.
En la noche del 19 de abril de 1943, los judíos lanzaron bombas incendiarias caseras y granadas de mano cuando los alemanes empezaron a avanzar hacia el gueto y dos tanques fueron destruidos mientras los soldados de las SS comenzaron a quemar las casas, a demoler sótanos y a asesinar a todo judío que capturasen.
Cuatro días después, la lucha organizada acabó y los judíos se escondieron en los refugios que habían construido, aunque centenares fueron capturados. Muchos se suicidaron, y algunas mujeres detonaron granadas que tenían escondidas bajo su ropa al ser detenidas.
El gueto continuaba siendo arrasado diariamente y el general Jürgen Stroop relata en su diario como “familias enteras se arrojan por las ventanas de los edificios incendiados” y, el 6 de mayo, registró la captura de 1.500 judíos y el asesinato de 365 combatientes, a los que calificó de bandidos.
Debido a las tácticas de guerrilla de los judíos, los alemanes dejaron de atacar por la noche y los judíos se aprovecharon de la situación para intentar romper el cerco, pero fracasaron.
Para el 8 de mayo los edificios del gueto eran ruinas humeantes y ese mismo día, los alemanes tomaron el cuartel general de los resistentes, siendo ejecutados inmediatamente todos los que se encontraban allí.
El 16 de mayo, el general Stroop declaró que la batalla había concluido y la sinagoga de la calle Tlomacka fue demolida como símbolo del fin de la existencia judía en Varsovia.
Los colaboracionistas polacos iniciaron la persecución de los supervivientes, y le pusieron un nombre a la misma: “la caza del judío”, aunque muchos lograron escapar, viviendo escondidos hasta el alzamiento de 1944, en el que las fuerzas alemanas los derrotaron de nuevo.
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