Tal día como hoy 22 de mayo de 1938, se produce la fuga del fuerte San Cristóbal, en Pamplona.
Esta impresionante fortaleza se utilizó como penal militar desde 1934 hasta 1945 y desde el principio, la falta de higiene y salubridad provocaron múltiples denuncias, hasta su cierre.
A partir del golpe militar de julio de 1936, Navarra quedó bajo el control de los sublevados y en pocos meses ya tenía una población de unos 2.000 presos.
Entre el 1 de enero de 1937 y el 6 de julio de 1945, fecha del cierre consta la muerte de 305 presos, por motivos variados, predominando oficialmente la "desnutrición" y los "paros cardíacos".
La fuga del Fuerte de San Cristóbal se produjo el 22 de mayo de 1938 y en la historia mundial de las evasiones es una de las más destacadas, tanto por el número de fugados como por las sangrientas consecuencias.
En 1938 había 2.487 personas detenidas, en su mayoría dirigentes políticos, sindicales y militantes revolucionarios y republicanos, tratados de manera inhumana con maltratos en forma de palizas, hambre extrema y piojos, habiendo constancia de la muerte por estas causas de 305 presos.
La fuga fue preparada por unos treinta reclusos y se inició a la hora de la cena, desarmando a los guardias y en una media hora el fuerte fue tomado por los presos, que salieron al exterior.
Un soldado se apercibió de lo que estaba ocurriendo y bajó a la ciudad dando la voz de alarma y cuando los camiones de los militares se acercaron, algunos de los fugados desistieron escapando 795 de ellos, mal calzados y vestidos, desnutridos, con escasas armas, en desbandada y sin plan de huida.
De los 795 fugados fueron detenidos 585, pasando sólo tres de ellos la frontera francesa siendo el total de muertos como consecuencia de la fuga de 207 personas, la mayoría asesinados mientras huían.
En España – como siempre - estamos esperando a que Hollywood haga la película de la fuga, para enterarnos de lo que pasó
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