El Himno de Riego fue creado en 1820 para propagar la causa liberal que defendía el general Rafael del Riego, el militar que el primero de enero de 1820 se pronunció en Cabezas de San Juan al frente de las tropas destinadas a sofocar los movimientos independentistas en América.
El movimiento liberal se extendió por todo el territorio en forma de Juntas lo que provocó la capitulación de Fernando VII y el 7 de marzo de 1820, el rey juraba la Constitución de 1812, que había sido promulgada por las Cortes de Cádiz.
Sin embargo, en el otoño de 1823, con el apoyo de tropas francesas - los llamados “Cien mil hijos de San Luis” -, el monarca restablecía el absolutismo.
El 7 de abril de 1822, el de Riego había sido declarado como himno oficial, que no sólo entonaron los liberales sino también el propio Fernando VII desde uno de los balcones del Palacio Real de Madrid ante una multitud enfervorizada.
La insistencia de Manuel Azaña, futuro presidente de la República, propició que se convirtiera en himno oficial de la causa y el de Riego se convertía en himno de todos los españoles durante dos periodos liberales y progresistas.
La letra original de la marcha es obra de Evaristo San Miguel, amigo del general del Riego y figura política relevante a lo largo del siglo XIX: "Soldados: la patria nos llama a la lid juremos por ella vencer o morir".
Pero la versión que acude a la mente de la mayoría es otra, la satírica de la que existen varias versiones, en castellano y catalán:
“Si los curas y frailes supieran, la paliza que les van a dar, subirían al coro cantando: “¡Libertad, libertad, libertad!”. “Si los curas y frailes supieran, la de hostias que van llevar, subirían al coro cantando: “¡Libertad, libertad, libertad!” “Si los Reyes de España supieran lo poco que van a durar, a la calle saldrían gritando: “¡Libertad, libertad, libertad!”.
Franco reemplazaría el Himno por la antigua Marcha Real o Granadera, compuesta en 1761 y su uso fue regulado por el Gobierno el 9 de octubre de 1997 mediante un decreto que homologó su partitura versionada el pasado siglo por Bartolomé Casas, fundador de la Filarmónica de Madrid.
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