Tal día como hoy 13 de mayo de 1981, tiene lugar el intento de asesinato del papa Juan Pablo II.
El atentado tuvo lugar en la plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, cuando Mehmet Ali Ağca disparó contra el papa cuatro veces mientras este entraba en la plaza de San Pedro.
En agosto de 1980, bajo el seudónimo de “Vilperi”, Ağca empezó a recorrer la región mediterránea, cambiando varias veces de pasaporte y de identidad, entrando en Roma el 10 de mayo de 1981 en un tren procedente de Milán.
De acuerdo con sus testimonios posteriores, en Roma se encontró con tres cómplices: un compatriota turco y dos búlgaros. La operación estaba liderada por un militar búlgaro que residía en Italia y le había sido encargada por el mafioso turco Bekir Çelenk en Bulgaria.
Según Ağca, el plan era que él y el pistolero Oral Çelik abrieran fuego contra el papa en la plaza de San Pedro y después escaparan a la embajada búlgara aprovechando la confusión. El 13 de mayo se sentaron en la plaza escribiendo postales, mientras esperaban la llegada del papa y cuando este pasó, Ağca le disparó varias veces con una pistola calibre 9 mm.
Una monja y varios testigos - dos vestidos de cardenales - le impidieron tanto disparar más veces como escapar, siendo atrapado por Camillo Cibin, el jefe de seguridad del Cuerpo de Gendarmería de la Ciudad del Vaticano.
Juan Pablo II fue alcanzado por cuatro balas, dos de las cuales se alojaron en su estómago, otra le alcanzó en el brazo derecho y la última en la mano izquierda y resultaron heridos dos espectadores a causa de balas perdidas.
El papa fue llevado al Palacio Apostólico, ya que la herida no parecía seria, pero una vez alli se hizo evidente que estaba en peligro y se avisó a una ambulancia. Juan Pablo II perdió casi tres cuartos de su sangre, sufriendo un shock debido a la perforación intestinal, siendo operado en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli.
Varios meses después tuvo una infección, debido a haber recibido transfusión de sangre fresca que no había sido suficientemente tratada, por la urgencia con la que se había efectuado la transfusión.
Ağca fue sentenciado en 1981 a cadena perpetua en Italia por el intento de asesinato e indultado en junio del 2000 a petición del papa, siendo extraditado a Turquía, donde fue encarcelado por el asesinato de un periodista en 1979 y dos asaltos a bancos en los setenta.
A pesar de la petición de ser liberado, el 20 de enero de 2006, el Tribunal Supremo Turco determinó que el tiempo que había estado encarcelado en Italia no podía ser deducido de la sentencia turca y lo mantuvieron en la cárcel.
Finalmente Ağca fue puesto en libertad el 18 de enero de 2010, después de casi 29 años en prisión.
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