Tal día como hoy 2 de octubre de 1941, dentro de la Segunda Guerra Mundial, comienza la Operación Tifón, en la que tropas alemanas realizan un ataque masivo sobre Moscú.
La ofensiva denominada Operación Tifón, consistía en el empleo de dos ejércitos en un movimiento de pinza, que atacarían uno al norte de Moscú, mientras el otro se dirigiría al sur de la ciudad, con una operación adicional que se había incluido en la fase final de la ofensiva.
Sin embargo, los alemanes estaban casi paralizados en su avance, al comenzar las lluvias de otoño, con los caminos convertidos en lodazales y aunque al iniciarse la helada a principios de noviembre, pudieron utilizarlos nuevamente, no estaban bien equipados para la guerra invernal, puesto que Hitler había previsto una rápida victoria en verano.
Tanto la ropa de abrigo como el camuflaje blanco eran escasos, mientras tanques y vehículos quedaban inmovilizados al descender las temperaturas y había que encender hogueras bajo los motores antes de hacerlos andar y la Luftwaffe, en la que se apoyaba la infantería, a menudo se tenía que quedar en tierra.
Los aceites, los líquidos hidráulicos y los anticongelantes, no resistían el frío extremo, las armas se atascaban o dejaban de funcionar, y con frecuencia los motores Diésel no arrancaban ni prendiendo hogueras bajo ellos. El pan, la grasa y mantequilla se endurecían hasta el punto de quedar incomestibles y se gripaban las armas automáticas alemanas, siendo necesario quitárselas a los cadáveres rusos pues estas sí funcionan bien.
Para lograr camuflarse, se derrama sobre las máquinas pintura blanca conseguida en algún granero o bien, llegada desde la intendencia, mientras en su desesperación, muchos hombres se echaban sobre sus uniformes cortinas e incluso manteles blancos arrebatados de las casas de los campesinos.
La defensa soviética por su parte, en las proximidades de Moscú fue heroica y los soviéticos enviaron miles de reclutas y voluntarios, incluso batallones de mujeres para enfrentarse al fuego de las armas alemanas.
El 5 de diciembre de 1941, el general Zhúkov lanzó un masivo contraataque soviético contra el ejército alemán, que estaba a 42 km de la capital, que se desarrolló en todos los sectores el 6 de diciembre.
Con el enemigo demasiado cerca del centro de Moscú, Zhúkov lanzó estos refuerzos contra las líneas alemanas, junto con los tanques T-34 y lanzadores de cohetes Katyusha, recientemente construidos, mientras las nuevas tropas soviéticas de origen siberiano estaban preparadas para la guerra invernal.
Tras repeler la amenaza alemana, los soviéticos consolidaron sus posiciones en abril de 1942, y la victoria en la batalla de Moscú dio un importante empuje a la moral soviética, en tanto que el ejército alemán había perdido su fama de invencibilidad. No habiendo podido derrotar a la Unión Soviética en un rápido ataque, los alemanes tuvieron que prepararse para una larga y sangrienta guerra de posiciones. La “Guerra relámpago”, había fracasado.
De acuerdo a fuentes tanto occidentales como soviéticas, alrededor de 700.000 hombres del Ejército Rojo murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante la fase defensiva y la posterior contraofensiva, en tanto que 250.000 soldados del Eje murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante el total de la batalla.
Por el heroísmo de los defensores se le dio a la ciudad de Moscú el título de “Ciudad Héroe” en 1965, conmemorando el vigésimo aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi.
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