Tal día como hoy 19 de noviembre de 1901 en la Ciudad de México, la policía arresta a 41 hombres, vestidos de varón y de mujer, en el llamado “Baile de los 41 Maricones”.
También ha sido llamado “El baile de los cuarenta y uno” y fue el escándalo más sonado de principios del siglo XX en México, país extremadamente machista, y hace referencia a una redada policial realizada durante el mandato del dictador Porfirio Díaz.
El baile se estaba realizando en una vivienda particular, con 22 de los asistentes vestidos de hombres y 19 de mujeres. Según las pesquisas policiales, en aquella bacanal, se incluía también la rifa de un agraciado joven conocido bajo el mote de “El Bigotes”. Las crónicas añaden que los gendarmes hicieron una redada llevándose detenidos a todos los participantes del singular festín.
Alegando que la fiesta se celebraba sin permiso, el domicilio fue allanado y detenidos sus asistentes, lo que causó gran conmoción en la sociedad mejicana de la época, muy preocupada por las buenas costumbres.
Sin embargo, debido a que muchos de los participantes eran “aristócratas”, se encubrió a algunos de ellos, disparándose el rumor - nunca confirmado ni desmentido - de que en realidad serían 42 los detenidos y entre estos el yerno de Porfirio Díaz - Ignacio de la Torre - casado con Amada Díaz, su hija mayor y la más consentida, al que se le habría permitido la fuga.
Las sanciones fueron sumamente duras y a los que iban vestidos de hombre, se les rapó la cabeza para ser distinguidos en la Cárcel de Belén, mientras que a los que vestían de mujer fueron obligados a realizar trabajos forzados en el ejército.
Durante bastante tiempo el número 41 fue ofensivo para muchos mejicanos y no hubo en el ejército División, Regimiento o Batallón que llevase ese número, ni en las nomenclaturas municipales casas que lo ostentasen, así como tampoco los cuartos de hoteles o Sanatorios.
“El Baile de los 41” permitió que a partir de ese momento las redadas continuas; chantajes policiales, torturas; palizas; envíos a la cárcel y todo tipo de actuaciones represivas, fuesen amparadas en la simple mención de “ataque a la moral y las buenas costumbres.
Nota informativa de prensa de la época:
“La noche del domingo fue sorprendido por la policía, en una casa accesoria de la 4a. calle de la Paz, un baile que 41 hombres solos verificaban vestidos de mujer. Entre algunos de esos individuos fueron reconocidos los pollos que diariamente se ven pasar por Plateros. Éstos vestían elegantísimos trajes de señoras, llevaban pelucas, pechos postizos, aretes, choclos bordados y en las caras tenían pintadas grandes ojeras y chapas de color. Al saberse la noticia en los boulevares, se han dado toda clase de comentarios y se censura la conducta de dichos individuos. No damos a nuestros lectores más detalles por ser en sumo grado asquerosos”.
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