Giovanni Salvatore Augusto Falcone, fue un juez italiano, conocido por sus intentos por desmantelar la Cosa Nostra, lo cual le costó la vida. Después de ingresar en la magistratura, en 1964, fue juez de paz para pasar rápidamente a procurador, donde permaneció cerca de doce años y el día 25 de septiembre de 1979, al día siguiente del trágico atentado contra el magjstrado Cesare Terranova, comenzó a trabajar como Juez de Instrucción.
Falcone, se destacó por su labor contra la mafia italiana y en las elecciones de los miembros del Consejo Superior de la Magistratura de 1990, fue candidato por las listas “Movimiento por la Justicia” .
Este juez, consiguió la condena de casi 500 mafiosos en el macroproceso de Palermo, que se celebró desde 1986 hasta el 1992 e irritó a la cúpula de “Cosa Nostra” porque, por primera vez en Italia, las sentencias no se habían “arreglado” durante el recurso de apelación.
El sábado 23 de mayo de 1992 el juez llegó a Palermo, en un vuelo de Estado y el convoy de tres coches blindados se acercó a la línea que marcaba el kilómetro cinco de la autovía de Capaci. Esta era la señal para activar los 572 kilos de explosivos escondidos en un túnel bajo la carretera.
La bomba arrolló al primer coche y lo lanzó a cinco metros de distancia y el vehículo, donde viajaba Falcone, fue alcanzado por los escombros, muriendo pocas horas después en el Hospital de Palermo. Además en el atentado que se llevó la vida de Falcone, murieron también su mujer, la magistrada Francesca Morvillo y tres agentes de su escolta.
La violencia de la mafia despertó, por un momento, la adormilada política italiana, que llevaba un mes retrasando la elección del Presidente de la República, pero esto no duró mucho ya que menos de dos meses después, el 19 de julio, la mafia volvió matar, en esta ocasión a otro juez, considerado heredero de Falcone, Paolo Borsellino.
Falcone fue asesinado por orden del mafioso Salvatore Riina y su funeral se celebró el 25 de mayo de 1992 en la catedral de Palermo, ante miles de personas que se dieron cita en el templo y su explanada, para llorar la muerte de este honrado servidor de la ley.
Su muerte fue el símbolo de una época convulsa de la historia italiana, con todavía un poder inmenso de la mafia y fue una venganza por los años de persecución judicial a la mafia y la detención de numerosos capos promovidas por él.
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