El bombardeo de Cabra, fue un ataque aéreo realizado por la aviación republicana sobre esta localidad, en poder de los nacionales, dirigido contra población civil, que se saldó con 109 muertos y más de 200 heridos. Dado que Cabra no era objetivo militar y además estaba situada a bastante distancia de las líneas del frente, el bombardeo fue militarmente inútil.
Como ya se ha dicho, Cabra, población cordobesa que rondaba los 20 000 habitantes en 1938, no se encontraba en la línea del frente y ese día hacia las 7:31 horas, tres aviones de fabricación soviética Katiuska SB-2 - bombarderos ligeros que se empleaban para el bombardeo estratégico sobre la retaguardia enemiga - con tripulación totalmente española, atacaron la localidad.
De acuerdo con los testimonios de uno de los tripulantes de los Katiuska, que participaron en el ataque, el servicio de información de la unidad, fue advertido de la presencia en Cabra de una unidad italiana de paso, por lo que esperaban encontrar un campamento de tiendas en las inmediaciones de la localidad y vehículos militares.
Al llegar pudieron ver gran número de tiendas en la plaza central de Cabra, que resultaron ser el mercado del pueblo y no un campamento militar, dicidiendo atacar rápidamente. Los aviones dejaron caer una veintena de bombas, que provocaron la pérdida de 109 vidas humanas y más de 200 heridos.
El bombardeo afectó fundamentalmente a zonas del centro de Cabra, incluida la plaza del mercado y en especial el barrio obrero de la villa. Se calcula que cada aparato llevaba en sus bodegas unas dos toneladas de bombas, la mayor, de 200 kilogramos, cayó en el mercado de abastos y de todas las explosiones esta fue la más potente, resultando muertas en el acto, en este lugar, 36 personas, más otras 14 posteriores a consecuencia de las heridas.
El bombardeo, militarmente inútil y con gran número de bajas civiles, fue aprovechado por la propaganda de los sublevados, ya que el hecho de que una de las bombas cayera en el mercado de abastos, significó que resultaron afectados numerosos campesinos del entorno pertenecientes todos a población civil, entre ellos muchas mujeres y niños.
El resultado de los bombardeos y la magnitud de la masacre fue recogido por el Noticiario Documental franquista (NO-DO),con fines propagandísticos, y reflejó a la población aterrorizada en los hospitales, así como el amontonamiento de los cadáveres, trasladados en carrillos e incluso, con capachos.
El 8 de noviembre del 2015, la pintora alicantina de origen polaco, Maryla Dabrowska, inspirándose en el "Guernica" presentó un cuadro de idénticas dimensiones denominado “El bombardeo de Cabra”, aunque ni el bombardeo ni el cuadro, han tenido apenas repercusión en nuestro país.
Un cuadro de la pintora Maryla Dabrowska muy especial por la reconciliación que se merece un reconocimiento.
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