Tal día como hoy, un 17 de noviembre del año 1820, el capitán estadounidense Nathaniel Palmer descubrió un nuevo continente, conocido actualmente como la Antártida. Sin embargo, otros dos hombres comparten con él dicha hazaña: Fabian Gottlieb von Bellingshausen y Edward Bransfield, pues sus embarcaciones navegaron por la zona en la misma fecha que Palmer, y no existe prueba fehaciente que determine quien llegó primero.
El continente Antártico, entre otras cosas, encierra todavía una serie de misterios aun no desvelados entre los que, aunque sorprenda, está el de no ser posible determinar con rigor científico, quien la descubrió.
Escasos navegantes e ilustrados conocían de su existencia, pero esta pasó desapercibida o no debidamente difundida, y solo los investigadores suelen esbozar hipótesis que no están del todo confirmadas
En el Museo Marítimo de Greenwich en Gran Bretaña, se exhibe un mapa en el que se dibuja la Antártica, que está fechado 15 años después del descubrimiento de América.
El español Gabriel de Castilla - nacido en Palencia - zarpó de Valparaíso en marzo de 1603, al mando de tres naves, en una expedición encomendada por el virrey del Perú, Luis de Velasco, para reprimir las incursiones de corsarios neerlandeses en los mares al sur de Chile.
Aunque en 1603, Gabriel de Castilla fue la primera persona que atisbó el mundo helado antártico al desviarse su barco por las tormentas, la paternidadel de su descubrimiento, se disputa entre un mercader británico, un explorador y científico ruso, y un cazador de focas estadounidense -Nathaniel Palmer - Este último la avistó en 1821, cuando observó desde lejos las montañas de la Península Antártica, que se extienden hacia Tierra del Fuego.
Según Herodoto, los fenicios efectuaron navegaciones de circunvalación de África. Este historiador griego del siglo VII a.C esta considerado como el primero del que se conservan historias escritas de la antigüedad y según él, el faraón Necao II, de la dinastía XXVI, que gobernó Egipto entre el 610 y el 595 a,C, dispuso que una expedición rodeara África y regresara nuevamente a Egipto cruzando el Mediterráneo.
En esa aventura tan lejana, esos navegantes declararon que por la culminación del sol existían tierras desconocidas y aunque no está probado que los fenicios las avistaran, surgía la posibilidad de su existencia.
Es un hecho cierto, que la Antartida fue conocida por el hecho casual, que en las navegaciones, el mal tiempo o los temporales, producían las derivas que desviaban el curso de los buques, y estos aparecían recalando o arribando al gélido continente blanco.
La idea sobre la existencia de una Tierra Austral tiene su origen en los griegos, quienes sostuvieron que la tierra era una esfera y que por simetría debería existir otra tierra más al sur, a la que denominaron la “Terra Australis Incognita”.
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