Tal día como hoy, 6 de enero, se
celebra en muchos países del mundo el Día de los Reyes Magos, una
jornada festiva en la que es costumbre hacer regalos a los niños en
recuerdo a los presentes -oro, incienso y mirra- que supuestamente
llevaron unos magos de Oriente, siguiendo el rastro de una estrella,
al niño Jesús recién nacido.
La referencia en textos bíblicos a los
Magos se encuentra en el Evangelio de San Mateo, que relata también
el intento del rey Herodes de utilizarlos para localizar a Jesús.
En dicho texto se habla de Magos, y hay
que tener en cuenta de que en aquella época, esta denominación
también hacía referencia a gente sabia. En ningún momento, eso sí,
se hace referencia a que fueran reyes.
Todo lo relativo a los nombres de estos
tres sabios y al comienzo como tal de esta festividad coincidiendo
con el 6 de enero - Día de la Epifanía del Señor - proviene
realmente del siglo V. Las primeras referencias están en dos textos
de aquella época, que los llaman Melichior, Gathaspa y Bithisarea y
Melkon, Gaspard y Balthazar.
Durante la festividad de Reyes es muy
típico comer el clásico roscón, un bollo dulce que oculta un
juguete o algún tipo de premio en su interior.
Se cree que esta costumbre proviene de
la época de los romanos, de la celebración de las fiestas de
Saturnalia o los Saturnales. En estas fiestas se repartían unas
tortas dulces entre los esclavos, y aquél que tuviera la suerte de
encontrar un haba en su interior sería nombrado ‘rey de reyes’
por un tiempo.
La festividad de los Reyes Magos no se
celebra en todo el mundo, pero hay países que tienen tradiciones
similares. Por ejemplo, en Italia se festeja el Día de la Bruja
Befana, que también visita a los niños de madrugada y rellena sus
calcetines de regalos.
Muy Historia
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