Tal al día como hoy, 28 de enero de
1813 se publicó en Inglaterra, en tres tomos, la obra que grabaría
el nombre de Jane Austen a fuego en la historia de la literatura:
Orgullo y Prejuicio.
Los textos de Austen son de los pocos
que nunca han sido descatalogados de ninguna editorial desde el
momento de su publicación.
La autora escribió sus primeros
borradores en la década de 1790, en muchos casos inspirados por los
breves viajes que realizaba por Inglaterra y por su día a día en la
campiña inglesa, en la que tenía la oportunidad de relacionarse con
la aristocracia y verse sometida a las normas y costumbres sociales
de la época.
Orgullo y Prejuicio es, de alguna
manera, un reflejo y una crítica de todas estas normas y de cómo
Austen las vivía y afrontaba. Precisamente, Orgullo y Prejuicio
narra la relación entre una joven casadera y un terrateniente que
sufren las presiones sociales, y deben superar sus diferencias y
aprender a convivir para lograr tener un futuro juntos.
Jane Austen otorgó a la novela un tono
sarcástico y divertido, en el que se puede apreciar un claro
trasfondo crítico y un intento de ridiculizar la situación a la que
los jóvenes se veían arrastrados, ya fuese por su sexo o por el
contexto social en el que nacen -“Una verdad universalmente
reconocida es que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna,
necesita una esposa”-.
La novela fue bien recibida y gustó
especialmente, por la sutileza con la que Jane Austen plasmaba una
realidad tan aislada, como era la de la aristocracia inglesa que vivía
en la campiña.
Su hermoso estilo literario y la
solidez de sus personajes -destacándose el de su gran heroína
Elizabeth Bennet - la consagraron como un clásico de la literatura
que ha recibido numerosas adaptaciones a teatro y cine.
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