Tal día como hoy, 27 de enero de 1945
las tropas soviéticas entraron en el campo de exterminio masivo
Auschwitz-Birkenau.
No encontraron rastro de soldados
alemanes ni oficiales de las SS, pues estos se iban retirando hacia
el interior de Alemania conforme los ejércitos de Stalin ganaban
terreno y se volvían cada vez más imparables; pero sí hallaron a
los prisioneros que los captores nazis habían abandonado a su
suerte.
Ese día se produjo la liberación del
campo de exterminio más grande y mortal de la Segunda Guerra
Mundial.
Auschwitz-Birkenau, situado a unos 40
kilómetros de la ciudad polaca de Cracovia, comenzó su actividad en
1940. En un principio estaba formado únicamente por el campo
Auschwitz I, centro administrativo en el que estaban los barracones y
celdas de los prisioneros, zonas de trabajos forzados, clínicas para
experimentos médicos, paredones de fusilamiento y una cámara de gas
con horno crematorio.
El volumen de prisioneros hizo que se
ampliase con Auschwitz II (Birkenau), al que los trenes de
prisioneros llegaban directamente y que incluía hornos crematorios
de mayor tamaño y potencia.
En los cinco años que estuvo en
funcionamiento, en Auschwitz murieron entre 2 y 4 millones de
personas fusiladas, en las cámaras de gas o por enfermedades y
hambre.
La gran mayoría de prisioneros eran
judíos aunque también hubo presos políticos, gitanos u
homosexuales, aquellos que eran considerados “enemigos de Alemania”
por Hitler.
El 27 de enero es el “Día Internacional de las Víctimas del Holocausto”, coincidiendo con la fecha de la liberación de Auschwitz-Birkenau, y actualmente el campo es patrimonio de la humanidad y un recordatorio del horror, al que puede llegar el ser humano.
El 27 de enero es el “Día Internacional de las Víctimas del Holocausto”, coincidiendo con la fecha de la liberación de Auschwitz-Birkenau, y actualmente el campo es patrimonio de la humanidad y un recordatorio del horror, al que puede llegar el ser humano.
Muy Historia
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