Tal día como hoy, 20 de mayo de 1927
Charles Lindbergh, partió de Roosevelt Field en Long Island, Nueva
York volando con su avión, el “Espíritu de San Luis” en un
vuelo de Nueva York a París, siendo un hito en la historia de la aviación.
Completó el vuelo de 33 horas y 30 minutos y aterrizó en el
aeropuerto de Le Bourget, París, la noche del 21 de mayo.
Charles Lindbergh fue un héroe de la
aviación norteamericana. Hijo de un congresista de Minnesota,
Lindbergh inició estudios de ingeniería, que abandonó para hacerse
aviador en 1920, cuando la aviación era aún un asunto de pioneros
con grandes dosis de riesgo y aventura.
Saltó a la fama en 1927 al realizar en
solitario el primer vuelo sin escalas entre Nueva York y París. La
hazaña respondía al reto de una empresa hotelera francesa que había
ofrecido un gran premio para quien la realizara; y fue posible
gracias al apoyo financiero de algunos empresarios de San Luis, que
permitió a Lindbergh construir para la ocasión su propio avión,
“el Espíritu de San Luis”.
La importancia de aquel primer vuelo
trasatlántico directo, quedó resaltada por los fracasos anteriores
de otros famosos aviadores mejor equipados; varios gobiernos
reconocieron su mérito con condecoraciones y honores, que
completaron el entusiasmo popular despertado por esta figura heroica.
Posteriormente, Lindbergh realizó el
primer viaje sin escalas entre Washington y México en 1927 y exploró
las rutas aéreas hacia Asia a través del Pacífico. En los años
treinta se convirtió en directivo de la compañía aérea
Panamerican y participó en las investigaciones científicas del
premio Nobel de Medicina Alexis Carrel.
El secuestro y asesinato de su hijo en
1932 desató una oleada de indignación popular que llevó al
reforzamiento de los poderes del gobierno federal en la lucha contra
el crimen.
Al comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, defendió posturas aislacionistas, movido por su ideología
racista, su simpatía hacia la Alemania nazi y su convicción de que
la aviación alemana era invencible; no obstante, a partir de la
entrada de los Estados Unidos en la contienda, sostuvo el esfuerzo
bélico norteamericano como consejero técnico de las Fuerzas Aéreas.
Su relato autobiográfico El espíritu
de Saint Louis obtuvo el premio Pullitzer en 1953; el gran Billy
Wilder firmó una adaptación cinematográfica del mismo, titulada El
héroe solitario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario