domingo, 10 de mayo de 2020

Edgar Hoover, el hombre al que temieron ocho presidentes

Tal día como hoy, 10 de mayo de, 1924 J. Edgar Hoover es nombrado por el presidente norteamericano Calvin Coolidge, para ser el director de la Oficina de Investigación (BOI), cuyo nombre se cambia en 1936 y J. Edgar Hoover se convierte en el primer director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) hasta 1972.

John Edgar Hoover, el primer director del FBI y el único vitalicio que ha tenido, se mantuvo al frente de esta institución a lo largo de medio siglo y el mandato de ocho presidencias.

Hoover nació el 1 de enero de 1895 en Washington, en una familia blanca, anglosajona y protestante, el estamento más tradicionalista de la sociedad norteamericana. Hizo carrera en el Departamento de Justicia una vez se graduó en Derecho y allí, fue nombrado jefe de una flamante división de inteligencia, donde desempeñó un papel destacado en las redadas contra agitadores anarquistas y bolcheviques en los sindicatos.

Era arrogante, manipulador y reaccionario,  pero poseía una gran inteligencia, dotes de líder y el hecho de ser organizado, metódico y muy trabajador. Con poco más de 20 años, Hoover fue nombrado director de la Oficina de Investigación y nada más hacerse cargo del organismo, emprendió una serie de innovaciones que señalaron el despegue operativo y público del FBI , pero también empleó una serie de prácticas, de muy dudosa legalidad.

Hasta su muerte, en 1972, J. Edgar Hoover dirigió el FBI y alcanzó tanto poder al mando del FBI que ni hombres tan poderosos como los presidentes Roosevelt, Harry Truman y Kennedy se atrevieron a cesarle.

Era un hábil propagandista que convirtió a los “hombres del gobierno”, o “los federales”, en héroes nacionales. El problema es que se adueñó en más de una ocasión de logros que no le correspondían, pero no toleraba que le quitaran protagonismo.

Los libros y artículos firmados por él,  durante su largo reinado fueron obra, en realidad, de empleados suyos que hacían las veces de "negros literarios", según han ido revelando diversos ensayos desde los años noventa.

Edgar Hoover creó el Programa de Contrainteligencia para acechar, desacreditar y eventualmente desbaratar grupos “subversivos”. Unos dicen que se debía a que Hoover temía que el inmenso poder de la mafia hiciera quedar mal al FBI. Sin embargo, algunos capos de la mafia como Meyer Lansky, tenían otra explicación. El mafioso dijo abiertamente “habérselas arreglado” con Hoover para que el FBI no husmeara en sus negocios.

La polémica tampoco eludió al jefe de los federales durante la Segunda Guerra Mundial . Durante esos años, Hoover escondió información a sus superiores sobre el Proyecto Venona, la decodificación de mensajes secretos que permitió identificar una trama soviética de espías, y tampoco informó al despacho oval del ataque a Pearl Harbor, del que tenía noticias gracias a un agente doble.

En cambio, se aprestó a confinar en campos de concentración a más de cien mil ciudadanos japoneses y norteamericanos descendientes de japoneses y durante la guerra de Corea, se ofreció a arrestar a más 12.000 estadounidenses que consideraba sospechosos de deslealtad.

Hoover era un feroz anticomunista y ayudó a McCarthy durante la "caza de brujas" facilitándole información confidencial y realizó una lista de sospechosos antisistema. Entre ellos figuraban el científico Albert Einstein , el escritor Norman Mailer, el humorista Groucho Marx, la actriz Jean Seberg o el músico John Lennon.

Pero quien más sufrió el acoso, fue el activista Martin Luther King , a quien se intervinieron los teléfonos e incluso se le invitó al suicidio a través de un anónimo.



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