Tal día como hoy 8 de mayo de 1627,
el marino, cartógrafo y descubridor Sebastián Caboto, descubre el río Paraná
Sebastiano Caboto, más conocido como
Sebastián Caboto, fue un navegante y cartógrafo, de origen
italiano, considerado uno de los navegantes más reconocidos del
mundo.
Hijo de Juan Caboto, acompañó a su
padre durante la estancia de este en España y cuando Enrique VII de Inglaterra, en
1496, dio patente de descubrimiento y exploración a Juan Caboto, este incluyó
también a sus tres hijos, uno de los cuales era Sebastián, que gozó
de gran prestigio y estuvo alternativamente, al servicio de
Inglaterra y de España.
Es muy probable que acompañara a su
padre en el viaje a Norteamérica y en 1514 se le sabe a las órdenes
del rey español, Fernando el Católico, que le designó “capitán
de mar”.
Al subir al trono Carlos I, de España,
le otorgó su confianza, que nunca le había de faltar, pese a las
intentonas que hizo por abandonar el servicio de España, y las
faltas que cometió en sus funciones. El 5 de febrero de 1518 fue
nombrado piloto mayor de la Casa de Contratación de Sevilla y desde
entonces tomó parte en todos los preparativos importantes, así como
en las delimitaciones con Portugal, es especial en lo relativo a las
islas Molucas.
Para explorar los mares orientales,
salió en abril de 1526, pero desobedeciendo las órdenes recinidas,,desvió el rumbo y se dirigió al
Brasil, llegando hasta el actual Río de la Plata, por el que se
internó remontando las cuencas del río Paraná y el Uruguay. En el
río Paraná, fundó el fuerte de Sancti Spíritus y subió la
cuenca del Paraná y continuó por el río Paraguay, más arriba de
donde se situó luego la ciudad de Asunción, actual capital de
Paraguay.
Iba movido por el deseo de llegar a las
ricas tierras del interior, que los guaraníes le decían eran
pródigas en plata , de ahí los nombres de Argentina y Río de la
Plata, y que no eran otra cosa que la fama de los yacimientos, de la
Sierra, explotados por los incas.
En estas exploraciones se encontró con
Diego García de Moguer, que también sin permiso, había cambiado el
rumbo. Ambos regresaron a España en 1530, donde Caboto fue procesado
y encarcelado, pero el rey Carlos I le perdonó.
En 1549, pasó nuevamente al servicio
de Inglaterra, dirigiendo expediciones con éxito. En 1544 publicó
un planisferio en Londres, donde se atribuía todos los
descubrimientos de su padre, y adelantó las fechas cuatro años,
para hacer creer que él había “descubierto” América.
En febrero de 1557 se le asignó una
pensión cuatrimestral, cuya primera cuota en marzo de 1557 recibió
él personalmente. En junio y septiembre la cobró otra persona en
su nombre, pero en diciembre de 1557 no hubo pago, lo que sugiere que
ya habría fallecido.
El prestigio de Sebastiano Caboto se
debe en gran medida a su labor como cartógrafo, y destaca el
mapamundi que confeccionó en 1544, una de cuyas copias se conserva
en la Biblioteca Nacional de París.
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