jueves, 12 de noviembre de 2015

El oscuro motivo del asesinato de José Canalejas.

 
Tal día como hoy 12 de noviembre de 1912  es asesinado en Madrid, José Canalejas, Presidente del Consejo de Ministros de España.

Canalejas fue un niño prodigio pues a  los once años, era ya articulista político de prensa con el pseudónimo de “El cantor de Mugardos”, en un  periódico manual creado por él en Ferrol.

Se doctoró en Derecho y Filosofía, simpatizando con el Partido Progresista de ideas republicanas, pero cuando se produjo la restauración borbónica lo abandonó para incorporarse al Partido Liberal de Sagasta, siendo elegido diputado en 1884. 

Con Sagasta sería ministro de Fomento, Gracia y Justicia, Hacienda, Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, desde el que impulsó la creación del Instituto del Trabajo.

En 1897 y después de haber sido ministro, se alistó en el ejercito voluntario como un simple soldado para conocer de cerca la guerra de Cuba y a sus 43 años, luchó y obtuvo la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.

Una vez terminada y perdida la guerra, en 1902 fundó su propio partido - el Liberal Demócrata - destacando como cabeza de una corriente izquierdista que defendía ideas democráticas moderadas y la separación de la Iglesia y el Estado.

Entre 1910 y 1912 fue Presidente del Consejo de Ministros, desde el que impulsó un programa de reformas para transformar el régimen en una verdadera democracia, acabando con el caciquismo y el fraude electoral, que no pudo llevar a cabo pues murió asesinado por el anarquista Manuel Pardiñas, cuando miraba el escaparate de la librería San Martín en la Puerta del Sol, aunque también se culpo del hecho a la masonería.

El entierro oficial - con honores de Capitán General – y el duelo popular, no representaron sólo el luto por un gran estadista, sino por un hombre con una visión moderna del régimen constitucional, estribando en ello la intensidad de la tragedia que supuso la pérdida de unos valores de democracia, moderación y sensatez, de los que tal faltos estamos siempre en nuestro país.

“ En aquel momento, un hombre joven, bien vestido, se acercó al Presidente por la espalda y sin que este se hubiera apercibido, sacó una pistola Browning de gran calibre, y apoyándose en su hombro hizo tres disparos consecutivos ocasionándole la muerte instantánea.

Uno de los agentes de Policía que seguía al Presidente, se lanzó sobre el asesino consiguiendo darle un golpe con el bastón que llevaba. Simultáneamente, otro de los que por allí pasaban, se lanzó también sobre el asesino. Este, acorralado, vio que no podría librarse de un linchamiento y entonces dirigió el arma contra sí mismo haciendo dos nuevos disparos, cayendo al suelo moribundo.

El Presidente permaneció unos momentos caído en el suelo y al poco tiempo era trasladado al Ministerio de la Gobernación por cuatro agentes de Orden Público. Allí, los médicos que de inmediato acudieron, no pudieron hacer más que certificar su defunción”. (Crónica del asesinato.)

No se supo con certeza, si el atentado respondió a un plan premeditado o  la estancia del asesino allí,  podría haber obedecido a su intención de atentar contra Alfonso XIII, ya que la presencia de Canalejas en la Puerta del Sol, no pudo haber sido prevista de antemano.

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