miércoles, 18 de noviembre de 2015

"Operación Galaxia", el primer golpe de Estado contra la democracia.

Tal día como hoy 18 Noviembre de 1978, el CESID detiene a varios militares implicados en la "Operación Galaxia", que pretendía consumar un golpe de Estado en España.

Los conjurados pretendían asaltar el palacio de la Moncloa, tomar como rehén al jefe del Gabinete, Adolfo Suárez y solicitar al Rey - en ese momento en México - la formación de un gobierno de Salvación Nacional, contando para el asalto, con dos compañías de la Guardia Civil.

El 11 de noviembre se reunieron en la Cafetería Galaxia de Madrid, de ahí el nombre de la operación, para ultimar los detalles y alguno de los oficiales que asistieron dieron parte a sus superiores.

Se cree que más de doscientos Jefes y Oficiales de todos los cuerpos, estaban informados y a pesar de que se hablaba de la operación como la maniobra de “cuatro locos”, lo que vino después evidenció que estaban implicadas personas de más alta relevancia que Tejero e Ynestrillas.

Tras la muerte de Franco, uno de los poderes que se opusieron al cambio fue parte del Ejército junto con los grupos de extrema derecha y los nostálgicos del régimen dictatorial.

El Ejército, sobre todo miembros muy significados de él, empezaron desde el principio a presionar al Rey y a Suarez sobre los cambios y cuando el Gobierno legalizó en abril de 1977 al PCE, el Ministro de Marina, Pita da Veiga dimitió y el Consejo Superior del Ejército emitió una nota de queja.

La Operación Galaxia tenía como finalidad detener los procesos de reforma política llevados a cabo por el gobierno de Adolfo Suarez que estaban teniendo lugar en España en ese momento.

Las tres personas encargadas de la operación eran el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, el capitán de la Policía Armada Ricardo Sáenz de Ynestrillas1 y otro coronel del Estado Mayor, cuyo nombre es aún desconocido.

Un capitán de la Policía, un comandante destinado en la Academia de Policía y un comandante de Estado Mayor del Ejército, estuvieron presentes en la conversación e informaron a sus superiores del complot, por lo que éste pudo ser desmontado, salvándose los tres del consejo de guerra.

El 8 de mayo de 1980 los dos sospechosos principales, Tejero e Ynestrillas, fueron juzgados y declararon en el juicio que la conversación en la cafetería Galaxia era “una discusión teórica sobre la posibilidad de dar un golpe de Estado”, siendo condenados solo a siete y seis meses respectivamente.

Ninguno de ellos perdió su rango militar, e incluso Ynestrillas fue posteriormente ascendido a comandante.

Tres años más tarde, en el 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero irrumpiría en el Congreso de los Diputados de Madrid, con el objetivo de retornar el poder a los militares

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