martes, 17 de noviembre de 2015

La historia de “los quintos” en el ejército español.

Tal día como hoy 17 de diciembre de 1732 se establece por primera vez en España el sistema de levas y quintas para nutrir el ejército nacional.    

El nombre de quintos proviene de la “contribución de sangre” u obligación de servicio militar que Juan II de Castilla impuso en 1426, según la cual uno de cada cinco varones debía servir en el ejército y  que Felipe V retomó en el siglo XVIII.

El ejército nacional fue introducido en España, por Felipe V en 1705, formado por soldados profesionales mediante recluta voluntaria,  reforzados por quintas forzosas, basadas en elegir a un hombre de cada cinco y levas forzosas, formada por "vagabundos y gente sin oficio” y que en todos los casos duraba ocho años, por lo que los soldados de las quintas se convertían en realidad en profesionales.

El siglo XVIII, la recluta voluntaria disminuyó y se solucionó en 1732, mediante esta quinta anual para mantener los efectivos que no se hubieran cubierto, cuyo número era asignado por sorteo entre solteros de entre los 17 y 36 años, que reuniesen requisitos de talla y robustez, sin admitirse vagabundos ni desertores, ni poder sustituir al elegido, ni librarse por dinero.

La Guerra de la Independencia de 1808, supuso la participación masiva voluntaria en la lucha contra el invasor, hasta el punto de que puede decirse que casi la totalidad de los hombres útiles entre los 16 y los 40 años tomaron las armas en el transcurso de los seis años que duró la lucha.

Acabada la guerra, las Cortes de Cádiz intentaron crear un modelo de ejército nacional, pero permitieron la “redención en metálico”, es decir librarse previo pago del servicio y en 1821 se redujo este a seis años y estableció la edad de 18 a 25 años para el alistamiento.

En 1867 se redujo de nuevo a cuatro años y durante la I República en 1873, se abolieron las quintas y el ejército sería sólo de voluntarios, pero, ante el fracaso de los alistamientos, casi inmediatamente se volvió a recurrir a las quintas.

La ley de 1912 estableció la duración en tres años, creándose el “soldado de cuota”, llamado así por obtener una reducción del tiempo en filas, mediante el pago de una cantidad de dinero, pero con la llegada del franquismo, la Ley de Reclutamiento de 1940, supuso la eliminación de excepciones  y incorporación de todo el contingente, con una duración de dos años, más veintidós en la reserva.

En 1968, se redujo el plazo entre quince y veinticuatro meses y el resto hasta los dos años, se consideraba “servicio eventual”, plazo que fue reducido en 1984, a doce meses y por último en  1991, se fijó el tiempo en nueve meses y la reserva en  tres años.

Aunque hoy el servicio militar ha desaparecido en España, en muchos lugares los quintos se han convertido en una tradición festiva, por la que los jóvenes, al cumplir la mayoría de edad, hacen una especie de fiesta para recordar a los antiguos quintos.

En muchos lugares, eran costumbre las rondas por parte de los Quintos o mozos que eran llamados a filas, y se celebran recorriendo las calles del pueblo, acompañados de una charanga con los instrumentos más insólitos y al final de las rondas, en que recogían dinero y especie, mataban un cordero y con lo recogido estaban de  fiesta varios días.

En Macotera – Salamanca - durante las navidades, recorren el día 27 las calles del pueblo, vestidos de militares, con la banda de dulzaineros,ofreciendo pastas de té y licor a los vecinos, que les dan la voluntad,  recordando cuando los quintos se despedían antes de entrar al servicio militar.

1 comentario:

  1. Buenas. Un artículo muy interesante. ¿Habría alguna manera de poder ponerme en contacto con usted? Estoy realizando un estudio sobre el tema. Gracias, un saludo

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