viernes, 27 de noviembre de 2015

Magallanes, el descubridor del Océano Pacífico.

Tal día como hoy 27 de Noviembre de 1520 Fernando de Magallanes – al servicio de la corona de Castilla - se interna en el Océano que bautizó como "Pacífico", al encontrar en él aguas tranquilas.

Debido a las múltiples fogatas que divisó en el trayecto entre ambos océanos, le dio a la zona el nombre de "Tierra del Fuego" y el de "Patagonia", debido a que los indios tenían los pies excesivamente grandes, por lo que Magallanes los describió como patagones o patones

La expedición había zarpado de Sanlucar de Barrameda  - Cádiz - el 20 de septiembre de 1519, en busca del paso marítimo hacia las Indias Orientales por un camino por el que, recorriendo siempre mares castellanos, se llegase a las islas de las Especias, que ya había buscado Colón.

Tras recalar en Canarias, y pasar frente a Cabo Verde y Sierra Leona, en marzo de 1520 tocaron tierras de lo que hoy es Río de Janeiro, llegando a la bahía San Julián, que exploraron en busca de un posible paso y en vista de la llegada del invierno, decidieron recalar allí hasta la primavera.

Lo inhóspito del lugar y el racionamiento de víveres, fomentaron el descontento entre la tripulación, produciéndose una conspiración contra Magallanes que este logró sofocarla, muriendo uno de los capitanes amotinados y los restantes - sometidos a juicio- uno de ellos fue condenado a muerte y otro abandonado en la costa.

Pasado ese suceso llegaron el 1 de noviembre hasta el, después bautizado, como “Estrecho de Magallanes”, llegando hasta el océano al que nombró como “Pacífico”, debido a que en su camino no se cruzó con ninguna tempestad.

La mala suerte hizo, que en derrotero de tres meses desde el estrecho de Magallanes y las islas Molucas, no descubriera ningún punto de tierra firme, por lo que la hambruna y el escorbuto azotaron la tripulación, hasta el punto de que se pagaban cuantiosas sumas de dinero por una simple rata para comer.

    "La galleta que comíamos ya no era más pan sino un polvo lleno de gusanos que habían devorado toda su sustancia. Además, tenía un olor fétido insoportable porque estaba impregnada de orina de ratas. El agua que bebíamos era pútrida y hedionda. Por no morir de hambre, nos hemos visto obligados a comer los trozos de cuero que cubrían el mástil mayor a fin de que las cuerdas no se estropeen contra la madera... Muy a menudo, estábamos reducidos a alimentarnos de aserrín; y las ratas, tan repugnantes para el hombre, se habían vuelto un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una de ellas... Y no era todo. Nuestra más grande desgracia llegó cuando nos vimos atacados por una especie de enfermedad que nos inflaba las mandíbulas hasta que nuestros dientes quedaban escondidos...".     (Antonio Pigafetta. Cronista de la expedición)

Magallanes, pereció en la llamada Batalla de Mactán, contra una tribu de la isla de Cebú, el 27 de abril de 152, siendo Juan Sebastián el Cano el que asumió el mando, regresando a España tras completar la primera vuelta al mundo.

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