Anastasio Somoza fue un militar, político y empresario nicaragüense, presidente de Nicaragua y último miembro de la dinastía Somocista, una dictadura familiar en donde los altos puestos militares y políticos estaban reservados para miembros, parientes y allegados de la Familia Somoza, el cual después de renunciar a su cargo y partir al exilio, fue asesinado en Paraguay.
Su asesinato tuvo lugar cerca de su casa en el exilio, cuando fue emboscado por un comando Sandinista, en la lujosa avenida Generalísimo Franco, hoy avenida España, de Asunción, Paraguay, en la llamada "Operación Reptil", llevada a cabo por un grupo guerrillero argentino denominado “Ejército Revolucionario del Pueblo”.
El comando había estudiado meticulosamente los movimientos de Somoza, mediante un miembro del equipo que estaba en un kiosco de periódicos cerca del lugar disfrazado de vendedor, que vio la salida de Somoza del inmueble y dio la señal para que dispararan contra la limusina Mercedes Benz, sin blindaje, y después culminaron el hecho disparando un lanza-cohetes.
El automóvil quedó completamente destruido, y la explosión mató a Somoza, a su asesor financiero y a su chófer. El comando estaba armado con dos ametralladoras, dos rifles de asalto, dos pistolas automáticas y un lanzador de cohete con cuatro granadas antitanque y dos cohetes.
El Departamento de Estado USA, en una concesión especial a su esposa, accedió a que los restos de Somoza fuesen enterrados en los Estados Unidos, debido a que ella era ciudadana estadounidense y solicitó que su marido recibiera sepultura en el país en donde ella y los hijos de la pareja nacieron.
Somoza fue enterrado en Miami en la cripta Somoza Portocarrero y en su funeral decenas de nicaragüenses y cubanos exiliados acompañaron a la viuda, sus hijos y otros parientes.
La fortuna de Somoza ascendía a más de 1000 millones de dólares estadounidenses, aunque nunca se supo a ciencia cierta cuánto era en realidad, puesto que las empresas familiares y bienes tanto en Nicaragua como en el exterior, no fueron contabilizados en su totalidad.
Durante los años ochenta, el Gobierno sandinista no pudo demostrar que en Suiza se hallase una inmensa fortuna a nombre de Anastasio Somoza, debido a que esta se encontraba a nombre de terceros.
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