sábado, 16 de septiembre de 2017

Sabra y Shatila, un acto de genocidio

Tal día como hoy 16 de septiembre de 1982 en Beirut, milicianos libaneses, aliados de Israel, con la excusa de buscar terroristas, inician una matanza de civiles palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila y en dos días de terror morirán asesinados, hombres, mujeres y niños.

La masacre, fue una matanza de palestinos acogidos en campos de refugiados situados en Beirut Oeste, durante la Guerra del Líbano de 1982, cometida por la Falange Libanesa, de origen cristiano y en su mayoría pertenecientes a la Iglesia maronita, en respuesta a la masacre de Damour, en la cual palestinos de la OLP habían asesinado a 582 personas y profanado el cementerio cristiano.

Los israelíes incitaron a los falangistas cristianos, a tomar represalias contra los palestinos y el 16 de septiembre las milicias de la Falange, entraron en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila, donde torturaron, violaron y mataron entre 800 y 3.500 civiles palestinos y libaneses, según las diversas fuentes, contando con la connivencia del Ejército israelí.

Ante las presiones internacionales, Israel creó una comisión de investigación sobre lo ocurrido - la Comisión Kahan - en cuyo informe se apuntó a Sharon como responsable indirecto en su calidad de ministro de Defensa de Israel.

Esta masacre fue denominada “acto de genocidio” por parte de la ONU mediante la resolución 37/123 y según la Comisión Kahan, las Fuerzas de Defensa de Israel fueron indirectamente responsables de los hechos al  no evitar las matanzas.

Sectores pro-palestinos, han insistido en acusar a Ariel Sharón de instigador de la matanza y la justicia belga admitió una demanda contra Sharón, en base a una ley de jurisdicción universal para casos de violación de derechos humanos, pero Israel no lo tomó en consideración y alegó que se trataba de un proceso por motivos políticos.

El Tribunal Supremo belga dictaminó en febrero de 2003 que Sharón y otras personas, podrían ser enjuiciados en base a esta acusación, sin embargo esto causó a Bélgica muchos problemas diplomáticos, hasta el punto de que cambiasen la ley para que se limitara a casos donde las víctimas fuesen ciudadanos belgas, y en septiembre de 2003, se archivó la causa contra el entonces primer ministro israelí, porque no había base legal para el proceso.

Por su parte, y a diferencia de Sharón, el falangista Elie Hobeika, considerado responsable material de la matanza, nunca fue acusado ni en su país ni en Europa, ni se le asoció a la masacre, lo cual le permitió ocupar puesto de ministro en el gobierno libanés, hasta que un atentado con coche bomba, del que se desconocen sus autores, le costó la vida en enero de 2002, cuando – al parecer - se preparaba para testificar en el tribunal belga.

Ariel Sharón continuó su carrera política tras el informe de la Comisión Kahan, llegando a ser Primer Ministro de Israel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario