martes, 5 de junio de 2018

El asesinato del cardenal Juan Soldevila

Tal día como hoy 5 de junio de 1923, tienen lugar los funerales del cardenal arzobispo de Zaragoza Juan Soldevila, asesinado el día anterior en dicha ciudad.

Juan Soldevila y Romero eclesiástico y político conocido por sus posiciones conservadoras, fue designado senador en cuyo cargo defendió los regadíos de la región, por lo que se hizo muy popular entre los aragoneses, mientras sus enemigos le conocían como: " Ese señor bajito, que tiene mala leche..."

Murió asesinado por el grupo anarquista “Los Solidarios”, del que formaban parte Buenaventura Durruti, por cuyo motivo este tuvo que huir a Argentina y luego a Chile, junto a otros compañeros anarquistas, sucediendo el hecho durante el periodo de violencia social y política que precedió al establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera.

La muerte del cardenal, fue decidida tras el atentado contra el sindicalista Salvador Seguí por los pistoleros del Sindicat Lliure en Barcelona, promovido y financiado por empresarios catalanes, con la participación de la Iglesia católica.

Esto motivó que el grupo anarquista “Los Solidarios”, formado por Joan García Oliver, Francisco Ascaso, Ricardo Sanz y Buenaventura Durruti, decidiese en represalia, asesinar también a diversas personalidades, entre las que se encontraba Soldevila.

A las tres de la tarde del día 4 de junio de 1923, cuando el coche del cardenal entraba en una escuela-asilo que solía visitar regularmente, dos individuos, identificados después como Francisco Ascaso y Rafael Torres Escartín, dispararon contra el eclesiástico, que murió en el acto.

Tal como era su costumbre, el cardenal se dirigía en su auto, acompañado de otro sacerdote a la residencia de las Paulas y en una curva del camino, cerca ya del convento, comenzaron a sonar hasta doce disparos, quedando muerto el cardenal y heridos el otro clérigo y el chófer.

Unas mujeres de las fincas próximas, declararon haber visto correr a dos hombree, pistola en mano, uno de ellos vestido de mecánico y el otro con un guardapolvo, del que se desprendió al huir, mientras que el médico que reconoció al cardenal solo pudo ya certificar su muerte, causada por un balazo en al corazón, registrándose en el vehículo hasta doce impactos de bala.

Detenidos poco más tarde, la audiencia de Zaragoza condenó a Escartín a cadena perpetua y consideró a Ascaso en rebeldía tras haberse fugado de la prisión.

La muerte de Soldevila provocó un gran impacto en la opinión pública española en general, debido a la carismática figura del cardenal dentro de la iglesia, lo cual seguramente fue precisamente el motivo que provocó su asesinato.

Tres meses más tarde, tuvo lugar el inicio de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera.

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