Tal día como hoy 14 de junio de 1944, cae sobre Londres la primera bomba volante “V1”.
Un miembro del Cuerpo de Observadores de Dover informó que un "avión de caza en llamas" procedente de la Francia ocupada se aproximaba.
Se trataba de una nueva arma secreta alemana que los británicos esperaban tras haber fotografiado extraños objetos con forma de cohetes, y a las 4:15 de la mañana la primera bomba voladora "V1" caía a tierra y poco después otras dos, destruyendo dos casas y ocasionando 6 muertos y 30 heridos.
El día 15 de ese mismo mes de junio, más de 200 V1 cayeron sobre Inglaterra en un lapso de 24 horas, siendo localizadas sus rampas de lanzamiento y bombardeadas por la RAF, pero los ataques continuaron con cientos de muertos y heridos.
Cuando se produjo la liberación de París en agosto de 1944, el mando alemán decidió lanzarlas desde aviones en vuelo, pero los resultados no fueron buenos y el número de bombas disminuyó drásticamente.
Sin embargo el 7 de septiembre, un nuevo tipo de artefacto cayó sobre París, y Londres identificado como la “V2”.
En este caso nadie escuchó el ruido ni fue vista mientras volaba, por lo que el primer ministro Churchill ordenó silenciar la noticia, pues sabía que era un cohete supersónico contra el cual no había forma de defensa, al no existir avión que volará tan rápido como él.
Los ataques continuaron a pesar que las ofensivas aliada y hasta el 27 de marzo de 1945 en que llegó la última, más de 100 V2 cayeron sobre Londres, aunque el pánico siguió porque nadie sabía si continuarían los ataques.
Mientras los alemanes negociaban la rendición, los rusos capturaron el centro de investigación de cohetes y los transportaron a Moscú junto con el personal alemán capturado y los aliados occidentales hicieron lo mismo.
Los hasta entonces aliados – soviéticos y occidentales - se aprestaban ahora a equipar a sus ejércitos con armas que ellos estaban muy lejos de saber diseñar.
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