Tal día como hoy 1 de junio 1890, comienza la construcción del ferrocarril Transiberiano
Es una red ferroviaria que conecta la Rusia europea con las provincias del Lejano Oriente ruso y su construcción se inició en ambos extremos al mismo tiempo con mano de obra constituida por reclusos de la Isla Sajalín y también por soldados rusos.
Con una extensión de 9.288 km, es la línea de ferrocarril más larga del mundo y su recorrido tarda cerca de 7 días de viaje, atravesando ocho usos horario y uniendo Moscú con Vladivostok en el océano Pacífico, cruzando la mayor parte de la que fue Asia soviética.
El Transiberiano es la vía de comunicación más importante de Rusia y cerca del 30% de las exportaciones del país son transportadas por ella, siendo muy utilizado por los rusos en sus viajes domésticos.
Un ramal de importancia dentro de esta extensa red ferroviaria es el “Transmanchuriano”, que desde la ciudad de Társkaya, se dirige hacia China hasta finalizar en Pekín.
Construida en la Rusia zarista, mucha gente cree que un viaje en el Transiberiano debe ser muy caro y solo reservado para revivir el glamor aristocrático de Rusia de fines del siglo XIX, pero nada hay más alejado de la realidad, pues es más accesible y barato que lo que se suele pensar.
Unicamente un tren - el "Rossiya"- hace el viaje completo de 9.258 kilómetros en 7 días, aunque la mayoría de la gente lo toma para ir a otro pueblo, visitar amigos o familiares, ir a la universidad etc.
Algunas personas creen que el atractivo principal del transiberiano es su carácter escénico por la vista de la taiga siberiana, pero en realidad su atractivo consiste en ser la columna vertebral de transporte del país más grande del mundo, habitado por muchas nacionalidades que han resistido a una naturaleza cruel y a líderes políticos despóticos y sanguinarios.
Recorrer el ferrocarril transiberiano es - ante todo - una experiencia social, pues los rusos son amistosos y ofrecen comida, bebida y enseñan fotos de su familia y muy pronto te estarán tratando como un amigo, siendo posible - dicen quienes han hecho el viaje - que el vodka comience a correr, por lo que es mejor llevar aspirinas por si acaso.
El billete de Moscú a Vladivostok cuesta 1160 euros en primera clase y 645 en segunda
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