miércoles, 26 de septiembre de 2018

Batalla de Farsalia, fin de la República Romana

Tal  día como hoy 26 de septiembre del año 46 a. C., en Roma, Julio César inaugura el templo de su antepasada mítica Venus Generatriz, cumpliendo una promesa realizada antes de la batalla de Farsalia.

La batalla de Farsalia fue un enfrentamiento ocurrido en Grecia central, el 9 de agosto del año 48 a. C., decisivo en la guerra civil romana, donde Julio César y sus aliados lucharon contra el ejército de Pompeyo Magno, que contaba con una mayoría de senadores, pero su ejército era de inferior calidad a las legiones de César y que supuso el fin de la República y el inicio del Imperio romano.

Antes de la batalla, César estaba en una posición extrema con solo la mitad de su ejército, unos 30. 000 hombres, sin capacidad para abastecerse por mar y con un apoyo local limitado porque las ciudades griegas eran en su mayoría leales a Pompeyo.

Por su parte Pompeyo, tenía un ejército muy numeroso, de unos 100.000 hombres, sin embargo, sus tropas eran en su mayoría reclutas novatos y los soldados de César veteranos endurecidos, pero la situación cambió para Cesar, cuando Marco Antonio, aliado suyo, logró llegar a Grecia con 20.000 hombres de refuerzo, con lo cual se sintió preparado para enfrentarse a Pompeyo.

Sin embargo, las ideas de los dos comandantes sobre el desarrollo de la batalla diferían  sustancialmente, ya que mientras Pompeyo intentaría vencer con su superioridad numérica, César  planeó primero derrotar a la caballería enemiga y contraatacar por el flanco y para ello, reforzó su caballería con infantería, lo cual debilitó el centro del ejército, pero lo hizo confiando en que sus veteranos aguantarían el empuje.

La caballería pompeyana se lanzó al ataque, pero ante su acometida la de Cesar se retiró, en una fingida huida sin otro objetivo que atraer al enemigo hacia la infantería, bien pertrechada para combatirlos y cuando ambos bandos entraron en contacto, César ordenó a su reserva atacar el centro del ejército rival y con esa maniobra, los pompeyanos empezaron a desmoronarse y la caballería cesariana persiguió a la de Pompeyo, por lo que viendo la batalla perdida, este se retiró a su campamento, dando la lucha por conclusa.

César escribe en sus comentarios de la batalla, que tuvo 200 bajas entre los legionarios y 30 entre los centuriones y su enemigo unas 15.000, aunque es muy posible que las bajas totales de César alcanzaran los 1.200 hombres.

Pompeyo huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden del faraón Ptolomeo XIII, que envió la cabeza a César para ganar su favor, pero en su lugar se aseguró un enemigo, pues no tuvo en cuenta que César concedió la amnistía a gran número de sus enemigos e incluso a sus más acérrimos, se les permitió no solo volver a Roma, sino asumir sus posiciones anteriores en la sociedad.

Farsalia puso fin a la guerra del Primer Triunvirato, pero no a la guerra civil entre romanos, pues dos hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, y la facción pompeyana, dirigida por Metelo Escipión y Catón, lucharon en nombre de Pompeyo, pero la superioridad militar ya la había ganado César en Farsalia irrevocablemente.

Después de destruir a todos sus enemigos y llevar la paz a Roma, fue asesinado por sus amigos, en una conspiración organizada por Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, el 15 de marzo del año 44 a. C.



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