Tal día como hoy 27 de septiembre de 1940, muere víctima de tuberculosis Julián Besteiro, socialista y ex-presidente de las Cortes Españolas durante la II República, recluido en la cárcel de Carmona -Sevilla-.
Julián Besteiro Fernández fue un catedrático y político, que tras la huida de los miembros del Consejo de Defensa de Madrid, quedó como máxima autoridad republicana, entregando el poder a los vencedores de la Guerra Civil Española.
De origen gallego, ingresó a los nueve años en la Institución Libre de Enseñanza, de Francisco Giner de los Ríos que dejó una huella imborrable en su personalidad, para cursar luego estudios de Filosofía y Letras en Madrid, consiguiendo el doctorado en 1895.
En marzo de 1897 gana la cátedra de Psicología, Lógica y Ética de Instituto y en 1912 de Lógica de la Universidad de Madrid, en cuya facultad de Filosofía fue profesor de varias generaciones.
Su actividad antibelicista contra la Guerra de Marruecos le llevó a la cárcel, y al poco solicitó y obtuvo el ingreso en el Partido Socialista Obrero Español -PSOE- y en su sindicato, la Unión General de Trabajadores.
En agosto de 1917, la UGT convocó una huelga general revolucionaria que no obtuvo resultados y Besteiro, junto a los demás componentes del comité de huelga, es juzgado y condenado a cadena perpetua, aunque en las elecciones de febrero de 1918, todos fueron elegidos diputados y liberados.
Durante la dictadura de Primo de Rivera, fue partidario de colaborar con el dictador, para anular a la organización anarco-sindicalista CNT, lo que le llevó a serias discrepancias con otros líderes del partido, pese a lo cual sucedió a Pablo Iglesias al frente del PSOE.
En julio de 1931, proclamada la República, Besteiro es elegido presidente de las Cortes Constituyentes y dentro de su línea moderada, se mantuvo al margen de la progresiva radicalización del PSOE, que llevó a la Revolución de 1934 en Asturias, a la que siempre se opuso.
Cuando estalló la Guerra Civil, se mostró contrario a la preponderancia del Partido Comunista y partidario de intentar una paz negociada, negándose a abandonar Madrid cuando el gobierno de la República se trasladó a Valencia.
Besteiro se suma a la iniciativa del coronel Segismundo Casado que, el 6 de marzo de 1939, dio un golpe contra la República, para iniciar negociaciones con el general Franco, pero Franco, con una guerra ya ganada, no quería más que una rendición sin condiciones.
El 27 de marzo de 1939, realiza la entrega del poder a los vencedores, siendo detenido – ya enfermo - en los sótanos del actual Ministerio de Hacienda, donde tenía su despacho y prácticamente vivía.
Su depuración como catedrático, sin proceso contradictorio, se produjo mediante Orden Ministerial en 1939 y ese año es sometido a un Consejo de Guerra bajo la acusación de "Delito de Adhesión a la Rebelión Militar", por “haber promovido un Socialismo Moderado mucho más peligroso que el Socialismo Revolucionario”.
Condenado a 30 años de prisión, es trasladado a la cárcel de Carmona - Sevilla- en donde, con gran dignidad, murió el 27 de septiembre de 1940, al parecer, de una septicemia causada por la tuberculosis, agravada por las deficientes condiciones del presidio.
Madrid le rindió homenaje en 2003, cuando inauguró la estación de metro Julián Besteiro en Leganés, frente al centro cultural del mismo nombre.
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