Tal día como hoy 18 de septiembre de 1497, Pedro de Estopiñán toma la ciudad de Melilla, en nombre de los Duques de Medina Sidonia, para la Corona de Castilla.
Tras la conquista de Granada, los Reyes Católicos ponían fin a la Reconquista que había durado ocho siglos y por motivos políticos y estratégicos, para prevenir nuevas invasiones, decidieron establecer en la costa norteafricana plazas que sirvieran como centinelas y con este fin, enviaron emisarios que les informaran de la situación de aquellas costas, al haber tenido noticias de que Melilla estaba casi despoblada.
No obstante, los reyes no se decidieron a llevar a cabo la empresa y el Duque de Medina Sidonia, decidió tomarla a su cargo, y una vez obtenida la autorización real, comisionó a su Contador Pedro de Estopiñán para que explorara el lugar, cosa que este realizó haciéndose pasar por mercader.
El arrojo y la prudencia de Pedro, hizo que le fuese confiado el ejército, que desembarcando en el norte de África y conquistó la ciudad de Melilla en Septiembre de 1497, hecho que los Reyes Fernando e Isabel recibieron con gran satisfacción, pese a que aquellos días habían perdido a su hijo, el Príncipe Juan.
En carta enviada al Duque le decían: "Os certificamos que el servicio que nos hicisteis en la toma de Melilla y el plazer que hobimos con la buena nueva que nos enviasteis, nos ha aprovechado para templar en algo el dolor que tenemos, porque esperamos en Dios, que desto, será mucho servido...".
Tras la conquista, Estopiñán regresó a la península, dejando una guarnición en la plaza, así como canteros, carpinteros y albañiles con la orden de reparar las fortificaciones de la ciudad y construir nuevas murallas defensivas.
Al año siguiente los musulmanes redoblaron sus esfuerzos por recuperarla y el duque, de acuerdo con los Reyes, decidió enviar nuevas tropas encabezadas por Estopiñán que los derrotó totalmente persiguiendo a los fugitivos hasta la región de Orán, y capturando a más de 250 musulmanes.
En 1503, sus servicios fueron de nuevo requeridos por el Rey Fernando, para auxiliar a la ciudad de Salses, en el Rosellón, cercada por las tropas del rey francés Luis XII, y cumplido su cometido, en recompensa le nombró Adelantado de Indias y Capitán General de Santo Domingo, con lo que se ponía colofón a su carrera .
El día 3 de septiembre de 1505, durante una visita al monasterio de Guadalupe, Estopiñán falleció súbitamente, manejándose la hipótesis de un envenenamiento por parte de algún enemigo, envidioso de las prebendas dadas en su favor por el rey, lo cual en nuestro país no resulta nada extraño.
El nombre del ilustre jerezano, ha quedado unido para siempre al de la ciudad de Melilla, la cual ha dedicado el nombre de una plaza de la ciudad vieja, a la memoria de su conquistador.
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