Tal día como hoy 6 de septiembre de 1822 Francisco Javier de Elío es ejecutado a garrote vil en Valencia, tras un intento fallido de sublevación absolutista.
Francisco Javier de Elío fue un militar español, absolutista convencido, que estuvo de gobernador en Montevideo y fue luego Virrey del Río de la Plata, siendo después uno de los principales responsables en la represión absolutista contra los liberales, durante la restauración borbónica de Fernando VII en España, mientras era Capitán General de Valencia.
En Montevideo estuvo de gobernador desde 1807, donde organizó la “Junta de Montevideo” independiente de la autoridad virreinal de Buenos Aires, debido a una revuelta protagonizada por el comerciante español Martín de Alzaga en esta última ciudad, para forzar la renuncia del Virrey Liniers de ideología liberal, tomando de Elio partido por los revoltosos.
Así pues, en enero de 1809, se designó una Junta presidida por el rebelde Álzaga, pero las milicias criollas y el tercio de andaluces, provocaron la dispersión de los sublevados, tras lo cual se desterró a los cabecillas de la revuelta, los cuales fueron rescatados por de Elío y llevados a Montevideo en franca rebeldía.
La Guerra de la Independencia en España, hizo que los asuntos de las colonias americanas fuesen postergados y esto posibilitó a Francisco Javier de Elío la constitución del primer gobierno rioplatense elegido sin intervención de España, y la continuación de su actitud rebelde, ahora justificada por la decisión sediciosa de Buenos Aires hacia la corona española.
En 1810 la Junta de Cádiz - en nombre de Fernando VII - le nombró Virrey del Río de la Plata, pero no fue admitida su autoridad por lo que se instaló en Montevideo, proclamando allí el Virreinato, pese a que el Cabildo de Buenos Aires rehusó también reconocerle, así como la población rural de la Banda Oriental en el llamado “Grito de Asencio”.
La lucha emancipadora de América continuaba y en 18 de mayo tiene lugar la “Batalla de las piedras” sufriendo los realistas de De Elio una decisiva derrota, quedando sólo con el control de la Colonia del Sacramento y la sitiada ciudad de Montevideo.
En 1812 se ordenó su regreso a España, en donde fue amonestado por las Cortes debido a su actuación, lo cual - pese a ser nombrado Capitán General de Valencia- acentuó su rechazo hacia el sistema constitucional y cuando Fernando VII volvió del exilio francés en 1814 y se negó a seguir hacia Madrid como había dispuesto la Regencia, se dirigió a Valencia donde entró el 16 de abril.
El 17 de abril, Elío invitó al monarca a recobrar sus derechos, poniendo sus tropas a disposición del soberano y realizando el que fue, probablemente, el primer pronunciamiento de la historia contemporánea de España, de manera que entre 1814 y 1820, se constituyó en uno de los pilares fundamentales del absolutismo y un celoso y feroz perseguidor de liberales, a los que combatió con extrema dureza.
Al producirse en España la revolución liberal de 1820, fue encarcelado por el duque de Almodóvar para evitar que el pueblo lo linchase sin juicio, pero, sospechoso de dirigir desde la prisión un motín y un nuevo complot absolutista, fue condenado a morir a garrote vil, siendo el fin de este enemigo de la libertad.
No obstante, el nombre del general Elío fue rehabilitado por el propio rey Fernando VII, agradecido por su inestimable ayuda para recuperar su poder absoluto, al otorgar a su hijo Bernardo en 1824 el título de “Marqués de la Lealtad”.
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