Tal día como hoy 20 de septiembre de 1935, se inicia en España, el escándalo del “estraperlo” que provoca una crisis gubernamental.
El origen del término “estraperlo o straperlo” surge de un caso de corrupción política durante la Segunda República, a consecuencia de la introducción del juego de ruleta eléctrica llamado "Straperlo", nombre derivado de Strauss y Perlowitz, apellidos de los promotores del negocio.
Aunque el juego estaba prohibido en España, en junio de 1934, empresarios y políticos acordaron explotarlo en el Casino de San Sebastián y miembros del Partido Radical, en el poder, influyeron para conseguir la autorización, a cambio de un porcentaje en el negocio y acordaron, para asegurar la cooperación del ministro de la Gobernación, sobornarle con 100.000 pesetas.
Strauss y Perlowitz ya habían explotado su ruleta en 1933 en un casino de Bélgica y en otro de Holanda, donde pusieron en funcionamiento varios “straperlos”, percibiendo grandes ganancias.
En España, se repartiendo relojes de oro, dinero y otros regalos entre los políticos y su creador Strauss, sostuvo que su ruleta tenía un fondo científico, pues teóricamente el jugador, si dominaba el cálculo podía ganar y al parecer esto fue creído por alguien en el Ministerio de Gobernación.
Lo cierto es, que la ruleta tenía algún mecanismo que permitía al banquero detenerla y regular así las ganancias, y a las tres horas de su funcionamiento se descubrió que era una burda estafa, por lo que la policía clausuró el casino llevándose la ruleta, pues la banca ganaba cuando quería.
Acto seguido, el juego fue prohibido, lo que - incomprensiblemente - no impidió que funcionara después también en el Hotel Formentor de Mallorca, donde luego fue clausurado.
El "escándalo del estraperlo" salió a la luz pública en octubre de 1935, a raíz de la denuncia que presentó Strauss al propio presidente de la República Alcalá Zamora, en la que exigía una "indemnización por los gastos de instalación del juego”.
Según la versión de Strauss, el jefe del Partido Radical, Alejandro Lerroux, recibiría el 25 por ciento de los beneficios y porcentajes menores para otros políticos, reconociendo también haberse comprometido a hacer llegar 100.000 pesetas, al Ministro de Gobernación.
El estraperlo terminó hundiendo al gobierno de derechas y motivó la convocatoria de elecciones en febrero de 1936, que ganaría el Frente Popular, asociándose desde entonces la palabra “estraperlo” a todo tipo de práctica fraudulenta y tanto en la Guerra Civil, como en la posguerra, la venta de productos en el mercado negro se conoció con este término, recibiendo el apelativo de “estraperlistas” los que se dedicaban a esta actividad.
Hoy en el 2018 - salvando todas las distancias - tenemos un panorama similar: rebelión territorial; corrupción política generalizada; desencanto nacional, etc.. y de no actuar con celeridad y acierto, corremos el riesgo de andar de nuevo el camino, de aquellos trágicos días.
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