Tal día como hoy 15 de mayo de 1629, tiene lugar la Batalla de Las Cangrejeras, enfrentamiento en el contexto de la Guerra de Arauco, en el sur de Chile entre españoles y mapuches, que terminó en una importante victoria de los indígenas.
Tras el fallecimiento del Gobernador Pedro Osores de Ulloa, el Virrey se apresuró a nombrar Gobernador de Chile a su sobrino Luis Fernández de Córdoba, pese a la prohibición de contratar parientes, aunque se hizo la excepción por su brillante hoja de servicios militares
Fernández de Córdoba, tomó medidas inmediatas en los fuertes de Concepción, puso paz en la Audiencia e hizo pública la noticia que venía en camino una real cédula que ponía fin a la guerra “defensiva”, que había permitido a los mapuche recobrarse con lo que los españoles perdieron definitivamente el territorio desde el río Biobío al sur.
Sus campañas, durante el verano de 1626 la persecución e intento de captura del cacique Butapichón, aunque se logró capturar a caciques menores, resultó un fracaso
Como era esperable, la contraofensiva mapuche no tardó en desencadenarse y a fines de 1627 se sorprendió a una división de 300 españoles y 400 indios yanaconas y Fernández se vio obligado a retroceder, dando pie a una sublevación generalizada. Lo único que salvó a los españoles fue una epidemia de viruela y sarampión.
Los mapuches, al sentirse con fuerzas adecuadas, eligieron el lugar del enfrentamiento en un sitio llamado Las Cangrejeras. Fernández se había resuelto librar batalla donde los encontrara y el 15 de mayo de 1629, en medio de un temporal de viento y lluvia, se inicio la lucha y debido a que la mecha de los arcabuces no se encendieron bajo la lluvia, el combate se desarrolló exclusivamente con armas blancas y duró tan solo poco más de media hora, ya que la infantería española en inferioridad y, rodeada por todos lados quedó destruía en pocos momentos.
Setenta soldados quedaron muertos en el campo de batalla, y los mapuches se llevaron como prisioneros a los 36 restantes.
La mala suerte del Gobernador no había concluido, ya que el buque que despachó desde Concepción al Perú, naufragó el 3 de junio de 1629 ahogándose 65 tripulantes y además, llegaban noticias a Lima de una supuesta alianza entre los mapuche y los holandeses, por lo que Fernández de Córdoba desmoralizado, sólo pensó en entregar cuanto antes el gobierno a su sucesor,
Ain embargo Córdoba, en un último intento de recuperar algo de prestigio, y no dejar la imagen de un total fracaso, estableció su cuartel general en el fuerte de San Luis, preparando invadir territorio mapuchu y el mismo, salió de San Luis con 1.200 hombres entre españoles y yanaconas, recorrió Angol y Purén, cruzó el Cautín y saqueó la comarca de Maquegua, logrando un gran botín y optó por regresar.
Pero en su vuelta, se encontró con el cacique Butapichón, quién le presentó batalla con 3.000 guerreros y aunque en el primer choque desordenó las filas españolas, los hispanos usaron su artillería forzando a Butapichón a retroceder, conservando parte del botín y algunos prisioneros, por lo cual los españoles consideraron el enfrentamiento como una victoria.
El gobernador volvió a San Luis celebrado como victorioso, y de ahí a Concepción donde entregó el mando a su sucesor el 23 de diciembre.
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