Tal día como hoy 5 de mayo de 1933, en los Laboratorios Bell, situados en el Estado norteamericano de -Nueva Jersey -, Karl Jansky descubre ondas de radio provenientes del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se consideran el inicio de la radioastronomía.
A finales de los años 1920, un joven ingeniero americano, Karl Jansky, estaba trabajando en la investigación de las causas de perturbaciones de radio de origen atmosférico, que interfieren las transmisiones de larga distancia.
Jansky construyó una antena formada por una estructura metálica en forma de jaula y la colocó sobre las ruedas de un viejo coche Ford, de manera que un motor pudiera hacer girar la antena en diferentes direcciones.
Después comenzó un largo trabajo de recopilación de datos, registrando los diversos tipos de ruidos de radio captados en diferentes longitudes de onda, pero sobre todo en las ondas cortas del cielo.
Los resultados de este trabajo indicaron la existencia de tres tipos de interferencias: descargas breves procedentes de tormentas locales; descargas correspondientes a tormentas muy lejanas y silbidos persistentes procedentes de una misteriosa fuente regular a través del cielo.
Después de meses de intensa investigación, Jansky llegó, en 1932 a la conclusión de que la fuente de aquel ruido estaba localizada en la constelación de Sagitario, el núcleo de nuestra Galaxia.
La noticia causó gran conmoción y se hicieron múltiples conjeturas sobre el origen de aquellas señales, pero el propio Jansky, se dio cuenta que no había nada de misterioso en ellas y comprendió que muchos cuerpos celestes, además de irradiar energía, en forma de luz, lo hacen también en forma de ondas de radio.
Nacía pues, un nuevo instrumento de investigación astronómica. que ofrecía la posibilidad de estudiar los cuerpos celestes no sólo a través del telescopio, sino también a través de las antenas de radio, lo que más tarde se llamaron Radiotelescopios.
Tal vez los tiempos no estaban lo suficientemente preparados para que la nueva ciencia pudiera desarrollarse y, la solicitud de Jansky para construir una nueva antena no fue atendida, lo cual suele suceder cuando los directivos, tienen “poca vista”.
Pero las investigaciones del joven ingeniero fueron tomadas por otro norteamericano, Grote Reber, que puede considerarse como el primer y auténtico radioastrónomo del mundo.
No obstante, sólo tras la Segunda Guerra Mundial y gracias al desarrollo de las tecnologías del Radar, la radioastronomía pudo despegar, llevando a los astrónomos al descubrimiento de un nuevo Universo.
En la actualidad, existen gigantescos radiotelescopios, que permiten observaciones de una resolución imposible en otras longitudes de onda, que ayudan a estudiar, la formación de estrellas, las galaxias activas, etc.
En el fondo, lo que se busca es hallar vida extraterrestre en el universo. En la película "Contac", se evidenció esta obsesión, y quizás sea una de las versiones más plausibles para los aficionados a la astronomía, en la que Jodie Foster da vida a la doctora protagonista, obra basada en la novela del famoso astrofísico Carl Sagan.
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