Es esta una organización religiosa seguidora del "Satanismo simbólico" que sostiene que este día - la noche de Walpurgis - fue el primero del año I del reino de Satanás, atribuyéndosela vagos orígenes que le relacionan con un supuesto cumpleaños de este personaje.
La "filosofía" de Anton LaVey y su "iglesia" acusan al cristianismo de haber utilizado a Satanás para atemorizar a la gente, mientras ellos afirman que es el mayor benefactor de la Tierra considerándole como representación de la inteligencia, pues Satán era un ángel de Dios que “pensó por sí mismo” y por eso se rebeló contra Él.
El satanismo reniega absolutamente del cristianismo y también de los sacrificios y profanaciones que otros llamados satánicos realizan, a los que acusan de ser como los cristianos y jugar su mismo juego, sólo que “desde el otro lado”.
Pese a renegar de los “otros satanistas” la Iglesia de Satán tiene algunas características idénticas a estos, como la vestimenta ritual, toda ella estudiada y medida con un claro objetivo comercial y recaudador que viene a ser el fin y objetivo último de la difusión de estas ideas.
En la actualidad, esta iglesia está reconocida legalmente en los Estados Unidos, sosteniendo que el hombre es una bestia carnal, que vive en un cosmos el cual está motivado por fuerzas oscuras a las cuales llamamos Satán. Anton LaVey, conocido como “El Papa Negro”, falleció en 1997 y describió con estas palabras su iniciación a los 16 años:
“El sábado por la noche, veía a hombres deseando con lujuria a las chicas que bailaban medio desnudas en la feria ambulante y, el domingo por la mañana, cuando tocaba el órgano en la carpa de los evangelistas, en el otro extremo del recinto de la feria, veía a esos mismos hombres sentados en los bancos con sus mujeres e hijos pidiéndole a Dios que los perdonara y los librara de los deseos carnales. Sin embargo, la noche del sábado siguiente, regresaban al espectáculo o a algún otro lugar de complacencia.
¡Entonces supe que la Iglesia cristiana se fundamenta en la hipocresía y que la naturaleza carnal del hombre es inevitable!” (Anton LaVey)
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