Tal día como hoy 9 de septiembre del año 9 d.C., en la batalla del bosque de Teutoburgo - actual Alemania - la alianza de Arminio con varias tribus germanas aniquila a tres legiones romanas de Publio Quintilio Varo, y tras esta derrota el Imperio romano marcará su límite en las fronteras con Germania.
Arminio, convertido en líder de la tribu germánica de los “queruscos”, que habitaban en el valle del Rin y los bosques del noroeste de Alemania, se caracterizó por tener el privilegio de ser ciudadano romano, siendo entrenado como un oficial romano, obteniendo la ciudadanía y formando parte de la nobleza.
Durante el año 8 d.C. se unió al gobernador de la Germania Inferior, Publio Quintilio Varo, que fue designado por el emperador Augusto, y acompañó a estas tropas por sus conocimientos en la manera de luchar de los germanos, pero al conocer los abusos a los que eran sometidos los germanos y su privación de privilegios, se hizo enemigo de Roma participando en un complot en contra del Imperio.
Tras su descontento con Roma, el joven Arminio decide cambiar de bando, apostando por la unión entre los germanos contra el invasor, intentando su expulsión más allá del río Rin, pero sabía que era necesario la unión entre varios caudillos de la zona, pues divididos no podrían con Roma.
En el año 9 d.C., Varo se dirigió a la Baja Sajonia para hacer frente a una rebelión, al mando de tres legiones, con un total de más de 25.000 hombres, dirigiéndose al bosque de Teutoburgo, un territorio que los germanos conocían perfectamente.
La estrategia de Arminio, era cansar a las tropas romanas en su camino, utilizando las terribles condiciones climáticas que se daban en esta zona, mientras llegó a concentrar alrededor de 24.000 hombres que se escondían tras los árboles, y arqueros situados en lo alto de los árboles esperando la señal de poder atacar.
Lo que ocurrió, fue una matanza sin piedad contra unos romanos que rompieron la formación provocando innumerables pérdidas y solo algunos consiguieron escapar entre ellos el gobernador Varo, pero viendo que no tenían posibilidad de escapar, él y sus generales decidieron suicidarse antes que hacer frente a los germanos, habiendo muy pocos sobrevivieron, ya que los germanos no hicieron prisioneros.
Augusto, tras la pérdida de un gran número de sus hombres, mandó a uno de sus mejores generales de nombre Julio César Claudiano, acompañado por unos 50.000 soldados y este general venció a Arminio en la batalla de Idistaviso en el año 16 d.C, e hizo retroceder a sus tropas hasta más allá del Rin.
Arminio, sería recordado como el líder germánico que hizo frente a Roma y consiguió su objetivo, la expulsión de los invasores de su tierra. Por ello en el s. XIX el nacionalismo alemán empleo su imagen para exaltar el espíritu germánico, construyéndole un monumento, cerca del bosque de Teutoburgo.
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