viernes, 20 de septiembre de 2019

Bokassa I, un emperador de opereta

Tal día como hoy 20 de septiembre de 1979, el emperador y dictador de la República Centroafricana, Jean-Bédel Bokassa, es derrocado por el ex-presidente Dacko, con el apoyo de Francia y tropas francesas, mientras Bokassa se encuentra de viaje en Libia.

Bokassa nació en Bobangi, actual República Centroafricana, se unió a las Fuerzas Francesas Libres y terminó la Segunda Guerra Mundial como sargento mayor condecorado con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra.  Dejó el ejército francés en 1964 para unirse al joven ejército Centroafricano donde ascendió hasta ser el jefe del Estado mayor de las fuerzas armadas.

El 1 de enero de 1966, con el país en una crisis económica, Bokassa dio un golpe de estado y asumió el poder como presidente de la república y del gobierno, aboliendo la constitución y comenzó a gobernar por decreto.

Un golpe de estado fallido en 1969, fue aprovechado por Bokassa para consolidar su poder, y eliminar a su principal rival, el coronel Alexandre Banza, que fue ajusticiado y en 1972 se hizo auto proclamar presidente vitalicio y también Mariscal del país dos años más tarde.

Después de un encuentro con Muammar al-Gaddafi, en septiembre de 1976, Bokassa decidió adoptar un modelo de gobierno inspirado en el libio y disolvió el gobierno, creando el Consejo de la Revolución Centroafricana, bajo su presidencia y decidió convertirse al Islam, un acto calculado para asegurar ayuda económica de Libia.

El 4 de diciembre de aquel año, cambió el estatus del país de república a monarquía, y declaró con gran pompa la creación del Imperio Centroafricano, coronándose a sí mismo como Emperador Bokassa I en una fastuosa ceremonia en diciembre de 1976, que causó estupor en el resto del mundo.

Tras convertirse al cristianismo, en su coronación estuvo presente un representante especial de la Santa Sede, aunque no hubo presencia de las casas reinantes extranjeras, ya que muchos pensaron que Bokassa estaba loco, y se le comparó con el también dictador africano, Idi Amin. La tortura era una práctica muy común en su régimen e incluso se dice, que Bokassa participaba en los interrogatorios.

A pesar de su dictadura, Francia continuó apoyando a Bokassa, pero en enero de 1979 el apoyo francés disminuyó después de que disturbios en la capital Bangui llevaran a una masacre de civiles por parte de las fuerzas armadas y alrededor de 100 murieron, mientras sus enemigos divulgaron el rumor de que Bokassa participó en las matanzas y que incluso había comido algunos de los cuerpos.

El expresidente Dacko, apoyado por Francia, intervino dando un golpe de Estado, que condujo al fin de la monarquía centroafricana el 20 de septiembre de 1979. Bokassa decidió volar a París para pedir explicaciones al presidente francés, pero el gobierno francés rehusó cualquier contacto oficial con él y terminó en Costa de Marfil, cuyo presidente, fue el único que accedió a recibirlo.

Sin embargo, Bokassa no cejó en su empeño de regresar y recuperar el poder y consiguió un avión con la intención de volar hasta Bangui en diciembre de 1983, pero la operación fue abortada y fue expulsado de Costa de Marfil y devuelto a Francia, que no tuvo más remedio que aceptarle.

Bokassa fue condenado a muerte “in absentia” en diciembre de 1980, pero volvió de su exilio y fue arrestado y juzgado por traición, asesinato, canibalismo y apropiación indebida de fondos estatales, siendo condenado a muerte, aunque la sentencia fue luego reducida a veinte años.

En 1993, el presidente André Kolingba declaró una amnistía general a todos los presos, y el antiguo soberano fue liberado aquel año, muriendo en el exilio de un ataque cardíaco, el 3 de noviembre de 1996.


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