Freddie Mercury pasó la mayor parte de su infancia en la India británica y estudió en el internado Sant Peters, a unos 80 kilómetros de Bombay y fue allí donde, por recomendación de uno de sus profesores, comenzó sus clases de piano con tan solo siete años.
Formó parte del coro del colegio y, en 1958, formó un grupo de rock con cuatro amigos más, “The Hectics”, que se mantuvo hasta 1962, el mismo año en que terminó sus estudios y se trasladó de nuevo a Zanzíbar. Su familia se mudó a Inglaterra, debido al clima de inestabilidad e inseguridad que se respiraba en Zanzíbar, a donde llegaron en 1964.
Durante sus primeros años en Inglaterra, Freddie ingresó en el Ealing College of Art para estudiar diseño gráfico y también trabajó como camarero y como mozo de almacén. En 1969, consiguió su título en diseño gráfico y se unió a la banda de blues Ibex, posteriormente llamada Wreckage, pero el grupo se desintegró al poco tiempo.
Fue en 1970 cuando Mercury formó parte del grupo Queen, comenzando así la trayectoria de una de las mayores bandas de rock de la Historia.
En 1973, el grupo firmó un acuerdo con dos importantes discográficas y lanzaron su primer álbum. El disco fue aclamado por la crítica y desde entonces, Queen no hizo más que ganar adeptos. En la década de los 80, Mercury abandonó el pelo largo por uno corto y un frondoso bigote, que se convirtieron en sus señas de identidad.
Por desavenencias internas, hubo rumores de que Queen se pudo haber separado a mediados de los 80, pero en el concierto benéfico Live Aid de 1985, la banda se reconcilió, pensando muchos críticos musicales, que los minutos que actuó Queen, fue el mejor espectáculo de rock de la Historia.
En 1986, Queen recorrió los escenarios más importantes del mundo y a su paso por España, declaró en TVE su admiración por la soprano Montserrat Caballé y en 1987 grabaron juntos “Barcelona”, donde la ópera y el rock se fusionaron, que se elevó a la categoría de himno cuando fue elegida como tema oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Su vida privada, su orientación sexual y la posible separación de Queen, estaban en el punto de mira de la prensa y su aspecto físico, cada vez más demacrado, hizo saltar las alarmas. Fue entonces cuando se empezó a especular con la posibilidad de que Mercury tuviera SIDA y a pesar de que él siempre lo negaba, era portador y llevó su enfermedad en la más estricta intimidad.
Finalmente, Freddie Mercury perdió la batalla contra el SIDA y el 24 de noviembre de 1991 murió de una bronconeumonía, cuando pocas horas antes, había hecho pública su enfermedad.
Tras su muerte, se convirtió en un mito, una leyenda y los homenajes, multitud de artículos, libros y discos recuerdan el artista que fue. El genio que nos dejó con solo 45 años, siempre estará vivo en el imaginario colectivo.
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