Exigen la liberación de 50 militantes palestinos encarcelados en Israel y como muestra de que hablan en serio, arrojan por la borda en su silla de ruedas a un judío norteaamericano de edad avanzada, que fallece.
Dos días más tarde se rendirán a las autoridades egipcias a cambio de salir con vida y el 10 de octubre, cuando los secuestradores se encuentren a bordo de un avión a reacción egipcio, fuerzas especiales de la marina americana interceptarán el avión y le obligarán a aterrizar en una de sus bases situada en Sicilia.
Una vez allí, tropas italianas y norteamericanas rodearán el avión y los terroristas serán arrestados quedando bajo custodia italiana. Un juzgado de ese país los declarará culpables y los condenará a prisión con penas de hasta 30 años
En realidad, el secuestro del crucero fue una operación improvisada por el comando tras verse descubierto. Los cuatro palestinos que habían embarcado en Génova con pasaportes de distintas nacionalidades, tenían como objetivo desembarcar en el puerto israelí de Asdod, y atacar una base naval de dicho país.
El secuestro duró dos días de largas negociaciones e intentos por dirigirse al puerto sirio de Tartus, a pocos kilómetros del Líbano, y al de Larnaca, Chipre. Pero ante la negativa de los gobiernos de Damasco y Nicosia de permitir la entrada en sus aguas, el comando se entregó a las autoridades egipcias tras pactar que no serían detenidos y se les enviaría a otro país.
Pero durante el secuestro, un ciudadano estadounidense de origen judío, Leon Klinghoffer, un turista parapléjico de 69 años, fue asesinado y después lanzado por la borda del barco con su silla de ruedas, en presencia de su esposa.
El hecho causó la reacción contundente del presidente estadounidense, Ronald Reagan, que autorizó la intercepción del avión egipcio en el que viajaba el comando palestino con dirección a Túnez, para ser entregado y juzgado por la OLP.
Los cazas norteamericanos, obligaron al boeing egipcio a aterrizar en una base aérea de la OTAN en Sicilia y, los cuatro miembros del comando fueron identificados y detenidos, empezando una controvertida discusión entre los gobiernos americano e italiano, sobre la jurisdicción para procesar a los secuestradores.
Finalmente, los cuatro secuestradores palestinos fueron juzgados en Italia en 1986, y condenados a penas diversas, entre ellas 30 años para el autor del asesinato de Klinghoffer. Pero en menos de veinte años, los cuatro, aprovechando permisos carcelarios, lograron evadirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario