sábado, 5 de octubre de 2019

La primera República portuguesa

Tal día como hoy 5 de octubre del año 1910, Portugal estableció la Primera República de su historia, provocando la abolición de la monarquía, del rey Manuel II.

El poder de la Iglesia, los gastos de la familia real, la inestabilidad política y social,  y la incapacidad para adaptarse a los nuevos tiempos, propiciaron la erosión de una forma de gobierno que, durante años, mantuvo al país a la cabeza de Europa.

La Primera República Portuguesa, se desarrolló durante dieciséis años de la Historia de Portugal y  comenzó con la Revolución del 5 de octubre de 1910, que derrocó al rey Manuel II. En 1911 se aprobó una constitución republicana, y un sistema bicameral.

La república provocó importantes fracturas en la sociedad portuguesa, especialmente entre la población rural de corte monárquico, los sindicatos y la Iglesia católica. Las fuerzas opositoras comenzaron a hacer uso de la violencia como método para hacerse con el  poder, al no haber tradición parlamentaria democrática y casi todas ellas, querían cambios radicales, que acabaran con el inmovilismo anterior.

El Partido Democrático, vio en el inicio de la Primera Guerra Mundial una oportunidad única para alcanzar sus objetivos: poner fin a la amenaza de una invasión por parte de España y la ocupación extranjera de las colonias, creando un consenso nacional en torno al régimen, pero estos objetivos  no se consiguieron, y no se logró movilizar a la población..

Lo que ocurrió fue lo contrario, las dificultades financieras de Portugal, aumentaron las críticas internas a la entrada de Portugal en la guerra y causaron que las diferencias ideológicas se ampliaran, lo cual hizo posible la aparición de dos dictaduras, dirigidas por Pimenta de Castro  -enero – mayo de 1915-  y Sidónio Pais  -1917-1918-, llamado “el Presidente-Rey”.

El vacío de poder creado tras el asesinato de Sidónio, el 14 de diciembre de 1918, llevó al país a una breve guerra civil y tras una serie de enfrentamientos, los monárquicos fueron vencidos en Oporto el 13 de febrero de 1919, lo cual permitió al Partido Republicano Portugués volver al gobierno y salir triunfante en las elecciones, por mayoría absoluta.

Pero a mediados de la década en 1920, la escena política nacional e internacional, hizo favorable la aparición de una solución autoritaria, a través de la cual, un gobierno reforzado podría imponer el orden público y restaurar la situación.

Hubo acuerdos entre políticos conservadores y militares  y finalmente, el 28 de mayo de 1926, tuvo lugar un golpe de Estado de las fuerzas armadas, apoyadas por casi todos los partidos políticos, que habían claudicado de constituir un gobierno estable y conferían esa misión al ejército.

Con esto comenzó una dictadura militar que mantendría la estructura formal de la República, pero cuyo autoritarismo derivaría en el régimen autocrático conocido como “Estado Novo”, el cual se mantendría en el poder  hasta 1974, cuando sería derrocado por la “Revolución de los Claveles” y se instauraría la Tercera República portuguesa, que actualmente continúa en el país.


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